Una vez más, quien volvió a destacar por su garra en Supervivientes fue Gorka Ibarguren. El vasco se impuso a Kiko Jiménez en la prueba de la noria infernal con apnea y, tras la hazaña y convertirse en líder de líderes, hizo una dedicatoria muy ... especial. Primero miró a Laura Madrueño. «Muchas gracias por cuidarnos como lo haces, para mí aquí eres como mi madre», ofrecía. Y añadía: «Como el honor es tan grande, la dedicatoria tiene que ser de ese calibre, así que se lo dedico a las madres trabajadoras, que trabajan durísimo para sacar a sus familias y a sus hijos adelante», brindaba. Y Madrueño rompía a llorar muy emocionada.
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Pero también él soltó alguna que otra lágrima. Lo hizo poco antes de la prueba, cuando el programa le puso un mensaje grabado de su novia, Andrea, y su madre, Eskarne. «Te echo mucho de menos. Sigue así, demuestra lo que vales, eres el mejor», le animaba su chica. «Toda la familia está contigo. Te queremos», añadía su ama. Unas palabras de aliento que provocaron que Gorka se emocionara.
Tras 55 días en Honduras, los 'Supervivientes' están en las últimas, unos más que otros. Blanca Manchón no había dado signos de debilidad hasta el momento, pero tras una intensa jornada de pesca, la deportista se desvanecía en la playa alarmando a sus compañeros. «Un médico, un médico», avisaban asustados. «Sacarle la lengua de la boca», solicitaba Igor Mendiguren. La afectada divagaba palabras sin sentido y tosía. Tras ser atendida por los suyos, el equipo de doctores evacuaba a la campeona de vela y le efectuaba un reconocimiento antes de devolverla a la arena.
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«Son imágenes que espantan. Además, es cierto que tienes espasmos», comentaba Carlos Sobera ya en la conexión en directo. Blanca aseguraba que no recordaba nada y que ver las imágenes de su desmayo le impresionaba. «Mis compañeros se agobiaron un montón, pero lo que hice fue poner mi cuerpo en modo avión», bromeaba para tratar de quitar hierro al asunto. Afortunadamente todo se quedó en un susto. «He tenido un desvanecimiento. Yo no me acuerdo de nada. Me han dicho que ha sido un sobreesfuerzo y que tengo que descansar un poco. Me han puesto bastantes bolsas de suero y ya estoy aquí», zanjaba la olímpica.
Otro frente de 'Tierra de nadie' era la supuesta noche de pasión que habían vivido Ángel Cristo y Ana Herminia después de su boda playera. Aunque pasión, lo que se dice pasión, no hubo demasiada. «Aunque no hubo carricoche, fue la más bonita del mundo», puntualizaba él. El concursante se deshizo en halagos hacía su pareja antes de despedirse. «Estoy todo el día pensando en vosotras, en montones de planes que aún no te he contado», brindaba a su emocionada novia. Pero había que calentar el asunto y Sobera preguntó por si había echado de menos a algún familiar en la cita. Ángel aludía entonces a sus primos de Valencia y a algunos amigos, sin mentar a su madre o a su hermana. El presentador fue al grano citando a «la madrina». Y el hijo de Bárbara Rey fue tajante. «A mi madre no la he echado de menos ni la voy a echar de menos. Yo ya he cortado el cordón umbilical en ese sentido y para esa persona yo no tengo ni una lágrima más», sentenció. El comunicador asistía callado al penoso discurso. «Son palabras duras», señalaba. Y Cristo insistía sin rubor. «Ya lo sabe todo el mundo y si me preguntáis yo soy sincero», remataba.
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Arantxa del Sol, Miri Pérez-Cabrero, Rubén Torres y Arkano eran los nominados de esta semana, pero la ceremonia de salvación convirtió en trío al cuarteto. El rapero fue rescatado por la audiencia y con un porcentaje notable de votos.
«Lo fácil es estar con alguien cuando está fuerte y yo, que estaba débil, me habéis dado fuerza. Voy a darlo todo a partir de ahora», proclamaba el joven pletórico. Mas emociones. Miri se encontró con su padre y el escultor hizo gala de ser un auténtico padrazo, logrando que la de 'Masterchef' rompiera a llorar de alegría al verle.
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El vasco se impuso a Kiko Jiménez en la prueba de la noria infernal con apnea y, tras la hazaña y convertirse en líder de líderes, hizo una dedicatoria muy especial. Primero miró a Laura Madrueño. «Muchas gracias por cuidarnos como lo haces, para mí aquí eres como mi madre», ofrecía. Y añadía: «Como el honor es tan grande, la dedicatoria tiene que ser de ese calibre, así que se lo dedico a las madres trabajadoras, que trabajan durísimo para sacar a sus familias y a sus hijos adelante», brindaba. Y Madrueño rompía a llorar muy emocionada.
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