El lado más «gamberro» de Victoria Federica, costras y guardaespaldas en 'El Hormiguero'

En la guerra por el 'prime time', Pablo Motos contragolpeó al estreno de 'La Revuelta' de David Broncano para mantener su hegemonía con una invitada que nunca antes se había colado en la pequeña pantalla. Victoria de Marichalar, la hija 'influencer' de la infanta Elena de Borbón y Jaime de Marichalar más conocida como Victoria Federica, pisó el plató de 'El Hormiguero' a ritmo de reguetonero tema '4K' para mostrar su «punto gamberro» y «bromista».

Concedió una entrevista blanca, medida al milímetro para no pisar charcos en torno a la Casa Real y centrarse en su faceta más traviesa e inocente, sobre todo en una infancia marcada por la fama derivada de su sangre real. La nieta de los reyes eméritos y sobrina de Felipe VI apareció en escena el día en que cumplía 24 años. «Hoy eres mi cita de cumpleaños, Pablo», bromeaba a un Motos que decía estar «encantado» con su invitada, con la que se permitió licencias como llamarla «Vic».

El arranque de la charla fue un tanto empalagoso. Tras una tediosa 'guerra' por quien había llevado al plató la mejor tarta de cumpleaños, comenzó un largo avance del paso de Victoria de Marichalar por 'El Desafio', el programa dirigido por Roberto Leal en el que un grupo de famosos afronta de manera individual una prueba cada semana. Arrancará en enero, pero ayer mostraron algunos destellos de la 'influencer' enfrentándose a duras pruebas como una coreografía en el aire, la famosa apnea o caminar envuelta en fuego. En esta última, se escucha claramente como exclama «qué miedo, joder». «Lo más importante es que me he superado a mí misma en muchas cosas que nunca hubiese imaginado hacer. Ha sido brutal», reflexionaba la joven, con un 'look' casual compuesto por un pantalón blanco y blusa granate.

Tras el ejercicio de autobombo, tocaba meterse en harina. «Me gustaría que la gente te conociera algo más, así que me saldré de las preguntas habituales», prometía Motos. La realidad es que el presentador valenciano no cumplió su promesa y se limitó a lanzar preguntas cómodas y sencillas como sus gustos musicales, lugar favorito de vacaciones o qué quería ser de pequeña. Casi toda la conversación giró en torno a la infancia de «Vic». «Des que nací, llevé dos guardaespaldas detrás de mí hasta que cumplí los 18. Lo viví bastante bien, aunque cuando era una adolescente de 16 años... algo agobiaba», confesó.

Victoria Federica desveló que le gustaría competir a nivel profesional en las regatas. Le viene «de familia». Ya como estudiante, desveló entre risas que «no era la mejor, pero tampoco la peor», con las matemáticas siempre atravesadas, como tantos chavales. Ahí quedó claro que protagonizó más de una trastada, sobre todo durante su etapa en un colegio de Inglaterra. «Me han castigado muchas veces, como a cualquier niño... Con la directora no nos llevábamos bien y dejaba que su perro saliese de la oficina sin su permiso para que fuera libre», recordaba.

Como prueba, la 'influencer' regaló a Motos su broma favorita. «Me da vergüenza... Me encanta meter un petardo en el cigarro a mis amigos. Te lo enseño, pero yo no fumo, eh», explicaba antes del tutorial. «Todos los años en navidades me voy a la plaza mayor y hay unos puestos que son de broma. Compro el cargamento anual». Y mostró la prueba del delito mostrando varios vídeos del resultado de su jugarreta. «Hombre, hay que grabar la reacción». La entrevista dio para poco más. Calificó junto a las hormigas actitudes de pareja entre románticas y grimosas y confesó un 'vicio' un tanto raro. «No puedo tener costras, me las tengo que arrancar todas».

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