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De momento, Kira Miró es imbatible. La actriz está demostrando que goza de una voluntad fuera de serie y da igual el reto que le propongan, lo da todo. Esta vez le tocó la prueba de la apnea y dejó sin habla al personal. Aguantar ... dos minutos y medio sin respirar es casi un milagro para una inexperta, y la intérprete superó la marca y salió del agua porque su instructor casi la obligó a ello. «Ha sido impresionante, lo he pasado muy mal», valoraba Santiago Segura que, como acostumbra, quiso salpicar de humor su evaluación. «Parecía que querías quedarte a vivir ahí», satirizaba sobre el récord, y remataba con mensajito hacía otro concursante. «Me he dado cuenta de la patética capacidad pulmonar de Bustamante», ironizaba. Y es que el artista de San Vicente de la Barquera no pasó del minuto y medio la semana pasada en el mismo juego. «Era una broma», matizó el jurado al ver que el aludido se picaba un poquito.
Bustamante quiso resarcirse cuando le tocó a él jugar, pero lo logró solo a medias. Él y Gemma Mengual se enfrentaban a un billar extremo. Tenían dos jugadas complicadas y cumplieron solo una de ellas. Cabe señalar que la que fallaron era casi imposible. En este caso Tamara Falcó, Juan del Val y Segura valoraron positivamente el esfuerzo. No así el de Agatha Ruiz de la Prada, que tuvo que mantener el equilibrio sobre unas losas de corcho apiladas. «Te da mucha angustia, y lo peor es pensar que estaba haciendo el ridículo», constató la diseñadora. El que sí triunfó fue Jorge Sanz. La misión del actor era prender dos mecheros con las ruedas de un toro hidráulico sin romper los huevos sobre los que descansaban los encendedores. «No daba un duro por él, creía que lo iba a tirar todo», reconocía Del Val antes de aplaudir el éxito del cómico. «Ibas de sobrado porque estabas sobrado», piropeó el del tribunal.
Ana Peleteiro y Pablo Puyol demostraron virtuosismo en las alturas. Ambos cruzaban unas plataformas a cinco metros del suelo, saltando de poste a poste desafiando la gravedad. Y Jorge Brazález no compitió esta semana por estar confinado en su casa al haber estado en contacto con un positivo en Covid-19. «Me encuentro sano, pero con un poco de impotencia por no poder estar ahí con vosotros por este protocolo que hay que seguir», manifestó en una conexión telemática. La que sí se sumó a la fiesta fue Marina Castaño, invitada especial de la noche. La periodista tenía un reto circense: mantener seis platos chinos girando a la vez sobre palos altos. Se esforzó, pero no lo superó. «No le has dedicado mucho tiempo, me parece penoso, muy cerca del bochorno», apreció Segura. «Eso es entre duro y cruel», estimó Castaño un poco ofendida por el comentario. Lo cierto es que no logró más que cuatro platos se mantuvieran girando a la vez y porque su instructor le echó una mano.
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