Jessica Bueno regresa a 'GH Vip' y Luitingo solo piensa en irse a Bilbao con ella

Son los últimos coletazos de una edición fuera de lo común. El regreso de 'GH Vip', tras unos años de ausencia, ha logrado generar una fidelidad, a pesar de los numerosos abandonos y expulsiones disciplinarias. Y quedan historias de amor que aún no han comenzado, rencores que van y vienen, según convenga, y amistades de oscuro futuro. Vayamos por partes. Luitingo vaga por la casa dando la brasa al personal con «la Jessi». El cantante resulta un poquito plasta para sus compañeros que no saben si su ardor es real o un poquito «carpetero». Lo que no se imaginaba el artista es que iba a ver a la modelo sevillana antes de lo que esperaba. Jessica Bueno ha regresado a la casa como su jefa de campaña y compartirá alcoba con él hasta la final, si no cae antes, claro. Porque Gustavo, el chófer de María Teresa Campos, también volvió con idénticas pretensiones, pero el públicó votó a Michael Terlizzi que se convirtió en el quinto finalista (o un nuevo expulsado, si queremos edulcorarlo menos). Lo curioso es que Gustavo no sufrió demasiado la pérdida, la auténtica derrotada fue Yola Berrocal, mánager del italiano, que se derrumbó en plató al saber que se le acababa el chollo.

Antes de marcharse, Michael felicitó cordialmente a sus compañeros y éstos le devolvieron el gesto loando su personalidad. Ya no era rival, así que mejor evitar aquello de que era «un mueble» y poner buena cara al eliminado. Lo cierto es que el único conflicto grave que ha tenido Michael en el programa fue con Albert Infante y el joven lo despidió por todo lo alto. «A pesar de todo lo que pasó, hoy por la puerta se va mi gran hermano», brindó Infante.

Volvamos a Luitingo y Jéssica. La llegada de la modelo flipó al cantante. Y claro, surgió la pregunta que ella lleva días esquivando. «¿Y fuera qué? ¿Bien todo?», arrancaba él balbuceante. Un escueto «sí» fue la respuesta. Luitingo insistió. «Tú sabes, ¿no? Aquí han venido a gritar», argumentaba sin entrar al trapo. Ella se hacía la tonta. «¿Qué han gritado?», cuestionaba evasiva. «Que la Jessi ya no está con Pablo», replicaba él. Risas nerviosas. «Ah, bueno, yo te estoy diciendo que fuera está todo bien, no te estoy contestando a eso», sorteaba Bueno. La cara del músico era un poema. «Tenemos que hablar un montón», resolvía. Y ella sentenciaba: «Será fuera». El cantante dice estar tan enamorado que iría «andando a Bilbao» si fuese necesario.

Más reencuentros. Laura Bozzo se abrazaba exultante a Alex Caniggia que ha viajado a España para defender a la peruana. Y lo hacía sin zarandajas. «Con sus cagadas y no, es ella tal cual la ves. Y no va con mala leche», afirmaba sin eludir las idas y venidas que ha tenido la más veterana de Guadalix. A ella no le importó. «Me ha vuelto la vida», dijo al enterarse de que su amigo se quedaba con ella hasta la final. Por lo demás, una sonora bronca entre Gustavo y Carmen Alcayde sonó a actuación digna de un Goya. «Traidora» o «mentirosa», fueron algunos de los calificativos del chófer. Ella se encaraba a gritos diciéndole que había ganado dinero a su costa con una exclusiva. Casi dábamos las gracias de que aquello no fuera un cara a cara porque Gustavo entraba con videollamada, pero nada más lejos de la realidad. Minutos después se vieron en la casa -Alcayde será la defensora de Albert- y casi se dan un abrazo obviando los insultos previos. Así es 'GH Vip'.

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