Jean Paul Gaultier desvela cómo fue su relación con Madonna

Han sido muchas las personas que han inspirado al creador, entre ellas está su abuela. «Ella pinchaba y hacía masajes a sus clientas, y les daba consejos para cambiar de peinado, para ponerse guapas, para conservar el marido… Y yo dibujaba a sus clientas a mi manera. Eso fue un aprendizaje», rememoraba Gaultier que expresaba una de sus primeras impresiones sobre la moda. «Si las mujeres se visten para seducir, el hombre también. Debe hacerlo», sentenciaba. Otra de sus grandes influencias fue Pierre Cardin, el primer profesional que le contrató. «No fui a una escuela de moda, estaba en el instituto y mandaba mis croquis a todos los modistos y estilistas. Y el día que cumplí 18 años, mi madre recibió una llamada y era él diciendo que quería conocerme. Y fui con ella porque tenía miedo de ir solo. Y me contrató. Así empecé», aseguraba. Gaultier no escatimó elogios ante Cardin. «Lo más importante que aprendí de él fue la libertad. Yo me imaginaba que había que hacer las cosas de una determinada manera, con un orden, y él, de repente, me mandaba a buscar una tela de hace diez años que ya no estaba de moda y le daba igual, quería trabajarla. No creía que había tanta libertad y luego seguí esa filosofía», aseguraba.

El vestuario a Madonna es uno de los grandes triunfos de Gaultier. «La vi en noviembre, hice los croquis y en febrero tenía los trajes. Pero ella empezó con los ensayos y cuanto más tardábamos, más adelgazaba. Se convirtió en puro músculo», evocaba el estilista. Y añadía: «Me llevé fantásticamente bien con ella. Honestamente, era su fan y me gustaba su estilo. Era muy 'underground' parisino. La conocí, fui a verla en su primer concierto en Paris y llevaba un corsé parecido a los que yo hacía, pero no lo había hecho yo. Y le dije que me encantaba el show, pero que los corsés los hacía yo mejor», contaba.

En 2020. Gaultier abandonó los desfiles. «Seguro que ha cambiado el mundo de la moda, pero no es por eso que yo haya querido parar. Cincuenta años de moda es muchísimo y creo que, cuando uno se dedica a la moda, hay que ir con la época y ser joven», apuntaba. Y sobre las maniquís también habló. «Me gusta tener modelos diferentes. A veces, también quiero modelos clásicas, pero deben tener carácter para que puedan transformarse. Es muy importante la gestualidad y la energía. Hay que ser inteligente. No es una vida tan soñadora como parece. Y lo más importante, para mí, es la personalidad. No me gusta la norma», comentaba asegurando que, para él, la mujer más elegante es Rossy de Palma. «Es extraordinaria. Tiene muchísimo talento, la admiro muchísimo», descubría. También ponderó a Rosalía y a Javier Bardem.