Irresponsable

Frédéric Rosset firma una irresistible comedia cuyo antihéroe puede recordar a veces al Javier Gutiérrez de 'Vergüenza'. Vago, inútil, alérgico al compromiso y generador de desastres, el personaje que encarna Sébastien Chassagne también remite en otras ocasiones a Woody Allen, con el que el actor guarda cierto parecido. Los diez episodios de la primera temporada que emite Filmin, de apenas veinte minutos, se devoran uno tras otro en busca de nuevas humillaciones.

'Irresponsable' aborda temas peliagudos como el aborto, la ausencia de una figura paterna, las drogas y el paro. La ausencia de moralina descubre que es una serie francesa y no estadounidense: lejos de intentar que su hijo deje de fumar porros, el protagonista comparte caladas siempre que puede. Una tranquila ciudad de provincias es el escenario de una serie que poco a poco logra que simpaticemos con alguien que se resiste a crecer y a asumir responsabilidades. Más que un acto de rebeldía, lo suyo es pura vagancia. La crueldad deja paso al romanticismo cuando el resto de personajes resulta que están tan perdidos como este fracasado, que sigue masturbándose frente al ordenador rodeado de pósters de Nirvana. La fuga como mecanismo de defensa. 'Irresponsable' cuenta con dos temporadas más emitidas ya en Francia.