La incómoda entrevista de Pablo Motos a Pedro Sánchez en 'El Hormiguero'

«¿Qué tal presidente?», arrancaba Pablo Motos cordial. «Estoy encantado de estar aquí. ¿Sabes que hoy cumples 1879 programas en esta cadena? Y es el año en que se fundó el que es ahora el PSOE», respondía Pedro Sánchez que afirmaba estar «deseando» la entrevista. «Tenía muchas ganas desde hace mucho tiempo», comentaba. El presentador tiraba de ironía. «¿Desde hace siete años tenía ganas?», bromeaba. Tras desvelar que pesa 94 kilos, el dirigente del Gobierno afirmaba que le encanta hacer deporte, «sobre todo bicicleta los fines de semana y, entre semana, algo de pesas, correr… Para la política y el estrés que tenemos, el deporte es fundamental», sostenía.

Motos fue al grano preguntándole por el adelanto electoral. «¿Cuántas veces habéis criticado a los políticos por no asumir sus resultados electorales? Yo lo hice el pasado 28 de mayo. Y no porque el PSOE hubiese tenido una erosión electoral muy significativa, sino porque retrocedimos mucho institucionalmente», resumía. Y contraatacaba: «Llámeme malpensado, pero creo que los que me critican por hacerlo también me hubieran criticado si no lo hago porque el malvado 'Sanchismo', este monstruo de siete cabezas que se han inventado algunos, solo hace maldades». 

En las últimas declaraciones de Sánchez, sus críticas apuntaban a 'El Hormiguero', aunque sin citarlo. '¿A qué programa se refería?', cuestionaba Motos. «No voy a señalar a ningún programa ni a ningún periodista», replicaba el aludido. Y el comunicador precisaba. «Programas de máxima audiencia que hagan tertulias están 'El Hormiguero' y 'Supervivientes', y he repasado 'Supervivientes' y allí no hay nada». Sánchez echaba balones fuera. «Yo lo que he señalado es lo siguiente, y cito a Felipe González, él decía que no es lo mismo la opinión pública que la opinión publicada. Hay una descompensación brutal. Ahora el noventa por ciento de estos programas tienen una orientación conservadora», argumentaba.

«Los medios son los mismos que los de hace cuatro años, cuando usted ganó», apostillaba Motos. Y su entrevistado matizaba: «Pero se ha hinchado una burbuja que se ha llamado el 'Sanchismo', precisamente para no hablar de lo que hemos hecho en estos cinco años. Yo he tratado de gobernar siempre para todos. Una cosa es la opinión y otra, los hechos. Y lo que no se puede hacer es lo que han hecho algunos programas: Decir que yo he convocado las elecciones el 23 de julio porque quiero alterar el resultado y, por tanto, estoy cometiendo un fraude electoral. Es una acusación tan grave que se necesita debatir y contrastar». 

El presentador asumía: «Eso lo dijo Juan del Val en una tertulia de este programa». Y Sánchez se defendía: «Las opiniones son libres, pero esta acusación es muy grave. En estas últimas 24 horas, medios de comunicación han dicho que soy Trumpista, me han equiparado con el líder de los mercenarios que se han revuelto contra Putin, y no hablo del líder de la oposición que ha venido a decir que soy el causante de la muerte, lamentable, de un trabajador por la ola de calor. No me reconozco en muchas cosas que se dicen en estos programas».

Para tratar de concretar y lograr respuestas breves, Motos usó la complicidad. «De presentador a presentador…», dijo con cierta guasa. «Yo no soy presentador», puntualizaba el ilustre invitado. Y su interlocutor insistía: «Hombre, le he visto presentando un programa». Sánchez volvía al humor. «Podríamos haber fichado a alguien mejor, pero fichamos al más barato», remataba. Entonces Motos regresaba a las declaraciones del presidente que apuntaban a su programa.

«He hecho autocrítica y he visto que en nuestro programa hay una descompensación, como usted dice, pero hacia la izquierda«, sostenía. Y añadía: «Lo único que le quiero decir sobre este tema es que una persona puede ser progresista y criticarle a usted. Cómo han hecho Juan Luis Cebrián, Felipe González, Alfonso Guerra o Juan Alberto Belloch». El político rebatía. «Y hay otros líderes progresistas que han dicho cosas buenas de mí, pero eso da igual, si la opinión es libre. Si yo no entro en eso, yo digo que hay desproporción en las tertulias», reiteraba. 

Otro tema. «Usted le dijo a Alsina que no miente, que cambia de posición. ¿No le parece que retorcer las palabras para decir básicamente lo mismo puede provocar que la gente que se crea que les está tratando de tontos?», cuestionaba el anfitrión. «Lo lamento si es así. ¿Adolfo Suárez mintió cuando dijo que no iba a legalizar el PCE y luego lo hizo? ¿Felipe González mintió cuando dijo que a la OTAN no y luego si? Eso no es mentir, es rectificar. Y lo hicieron bien. Mentir, para mí, es saber el 11 de marzo que detrás de un atentado no está ETA y, aun así, decirlo», replicaba. 

La situación en Cataluña protagonizó otra parte de la charla, así como la ley del sí es sí. «Siento toda la responsabilidad por los presos que han reducido sus condenas y han salido a la calle. Esa responsabilidad la asumo en primera persona y he pedido disculpas. Cometimos y error y lo hemos solventado», comentaba el presidente. Motos quiso saber si iba a dejar que gobernara Feijóo si ganaba las elecciones, evitando un pacto del PP con VOX. «Primero, voy a ganar las elecciones, vamos a ser primera fuerza política y vamos a tener más escaños. Salgo para ello. Aunque a lo mejor no cuento con el voto de alguien que está sentado en esta mesa», ironizó el socialista.

Motos torció el gesto. «No diga eso. Las últimas dos veces que ha habido elecciones no voté porque estaba entrevistando a candidatos y no quiero entrevistar a una persona y luego votarla. Este año tampoco lo haré», descubrió el presentador que perseveraba en conocer qué haría Sánchez si gana el PP. «Se lo digo con todo el respeto, yo no compararía a Yolanda Diaz con Santiago Abascal», advertía el secretario general del PSE. Motos apuntaba entonces a Irene Montero. «No voy a entrar en cuestionar el trabajo de una ministra de nuestro Gobierno», eludía el invitado.

 «La secretaria de Estado de Igualdad dijo que los hombres españoles somos bastante violadores», lanzó Motos. «No me siento reflejado para nada con esas declaraciones. Creo que son públicas y notorias las diferencias que yo he tenido con la ministra Montero en estas cuestiones. Es más, yo he asumido en primera persona como presidente del Gobierno esa equivocación. Pero a partir de ahí, he antepuesto siempre la estabilidad institucional», remarcaba. 

Trancas y Barrancas tuvieron apenas tres minutos para dialogar con el líder del Ejecutivo a quien le preguntaron si era más de Shakira o de Piqué. «En eso no me mojo», esquivó. Las hormigas le invitaron a imaginar qué haría si su hija se enamora de un chico de VOX. «El amor es libre», declaraba Sánchez. Y cuando indagaron en su etapa como jugador de baloncesto, el presidente utilizó la comedia. «Era alero. Ale vete a por esto, ale, a por lo otro… Estaba todo el rato en el banquillo», zanjaba. 

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