Imágenes de la picadura del escorpión a Gorka Ibarguren en 'Supervivientes'

«Menudo susto te has llevado hace muy pocas horas. Te ha picado un escorpión y tus compañeros estaban aterrorizados», le comentaba Laura Madrueño a Gorka Ibarguren. Al concursante vasco le atacó un alacrán en la playa. «¡Hostia, me ha picado algo muy heavy, eh! Venenoso», gritaba al sentir el pinchazo. Sus compañeros descubrieron al escorpión en la arena. «Siento el veneno dentro», se lamentaba el joven afectado. Laura Matamoros entró en escena. «¡Que te pongan la adrenalina ya!». Ordenaba sobresaltada. La situación se iba complicando. «No puedo mover el dedo. ¡Un médico ya!», exigía a gritos Gorka, que acabó mareado y casi sin sentido.

Los servicios médicos llegaron pronto y atendieron al entrenador personal. «Está todo bien. Me he alarmado porque pensaba que me había inyectado veneno, pero me han dicho que no es venenoso. Ya está, pues una cosa más. Nunca me había picado un escorpión», decretaba ya más tranquilo Ibarguren. Y en el directo, quiso disculparse. «Lo primero, perdón por las palabrotas. Es que llegué a pensar que me tenían que amputar el dedo, no sabía si era venenoso o no. Mis compañeros y el doctor me cuidaron bien. Y aquí estamos, vivitos y coleando», zanjaba. 

Superado el trauma del escorpión, el protagonismo de 'Supervivientes' recayó directamente en Ángel Cristo. El hijo de Bárbara Rey se casaba en la playa con Ana Herminia Illas, pero antes de la ceremonia, Alexia Rivas revelaba que la madre del concursante se había puesto en contacto con ella. «He hablado con Bárbara. La noto serena, pero esto le remueve. Supongo que la procesión va por dentro y que lo habrá pasado mal. Es que, para mí, es un tema delicado para ambos», arrancaba la colaboradora. Y seguía contando: «Si pudiera hablar con él (Bárbara con su hijo), le diría que le desea lo mejor y que espera que este matrimonio le vaya bien y, además, le dure. También me recalca que ella siempre ha cuidado mucho a Ana. Que este verano estuvieron en su casa veraneando y que ella se volcó en ellos. No le ha sorprendido que se casen. Ya no le sorprende nada».

Casi dos horas más tarde, llegaba el momento del enlace. «¡Que viva el novio!», gritaban sus compañeros y compañeras. «Estoy muy nervioso», manifestaba el hijo del domador muy emocionado. Y declaraba: «Para mí, ella es lo más importante de mi vida. Me ha salvado. El primer día que la vi me di cuenta de que estaba enamorado de ella». Llorando de felicidad, Ángel recibió a su novia. Piropos, declaraciones de amor, lágrimas y mucha cursilería dominaron el ambiente a partir de entonces. «Me he quedado en blanco», confesaba él. Poco duró la ausencia. «Me encontraste en el peor momento y por eso estoy aquí. Nuestro amor lo hemos vivido en otra vida muy lejana y era tan fuerte que Dios nos ha dado la oportunidad de volver a vivirlo», le decía a ella con mirada enamorada. Ana Herminia respondía embelesada. «Cuando te encontré, sabía que esa mirada triste tenía que cambiarla como fuese y juré protegerte. Te mereces ser feliz», exponía cautivada. Ni un culebrón lo supera. La pareja se despidió para disfrutar de su noche de bodas. Y el enlace resultó más empalagoso que ver a Pablo Alborán zampándose un helado de miel. 

• Temas
• Audiencias
• Supervivientes - concurso TV
• televisión