Es coach de crossfit y también compite con éxito en esa modalidad deportiva. Pero, ante todo, Jokin Ramos es un luchador, un joven con alma guerrera que ha demostrado su fortaleza haciendo historia en 'El Conquistador del fin del mundo'. En la vigésima edición del concurso se alzaba con su segunda ikurriña, alcanzando así el récord que hasta entonces solo poseía Eneko Van Horenbeke.
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- ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de este 'Conquis'?
- Lo mejor ha sido poder ganar la segunda ikurriña en un escenario diferente. La primera la gané en el Caribe y esta, en La Patagonia. Y lo peor, el sufrimiento que hemos pasado. Se pasa mucho frío. Y este año, en el equipo que me ha tocado no había mucho apoyo entre nosotros. Éramos exconcursantes, nos conocíamos y había poco 'feeling' en general. Mentalmente, ha sido muy duro aguantar el equipo, pero yo siempre digo que el nivel de sufrimiento es equivalente al nivel de disfrute de después.
- ¿Es peor el sufrimiento mental que el físico?
- Hay que ir muy preparado mentalmente. Yo diría que el noventa por ciento de 'El Conquis' es la cabeza y el diez por ciento es el físico. Está claro que físicamente tienes que estar bien para aguantar las pruebas, pero tampoco hace falta ser un portento físico para hacerlo muy bien.
- ¿Cuánto se entrena para ir a 'El Conquis'?
- Yo entreno mucho en crossfit, soy competidor a nivel nacional y nado, corro, trepo, levanto pesos… Entonces, en mi primera edición sí que, aparte de eso, miré a ver cómo se trabaja una brújula, cómo 'yumarear'… Pero, realmente, creo que te tienes que preparar con cosas de la vida.
- ¿Se plantea en serio lo de ir a por una tercera ikurriña?
- Totalmente. Me encanta competir y me encantan los retos, pero ahora me gustaría tener un poco de tranquilidad, así que preferiría que fuese en la edición treinta o así, que pasen unos añitos. Y a ver cómo estamos entonces.
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- ¿Cómo llevó el conflicto que había en su grupo con Durana y Annie contra Eneko y Andrea?
- Hubo algún rifirrafe, sí. Ellas lo que pretendían era que gente fuerte del equipo, como Eneko, Andrea o yo, fuésemos los que realizáramos las labores más importantes en los juegos y, en caso de perderlos, nominarnos a nosotros para salvar al equipo. En definitiva, lo que pretendían era pasar de rositas la aventura a nuestra costa. Yo procuro no meterme en movidas, apuesto por mí, trabajo por mí y trato de centrarme en lo que está en mi mano y no en cosas externas.
- Lobo acabó chocando con usted, ¿lo vio venir?
- Algo se veía venir porque desde el primer día vimos que somos dos personas con un carácter muy fuerte y son situaciones que te ponen al límite. Estás sin comer, solo comes como media lata de atún al día, y pasas frío y penurias, así que al final es normal chocar. Pero me llevo un buen amigo para toda la vida con Lobo.
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- ¿Se ha echado de menos a Julian Iantzi?
- Muchísimo. Patxi (Alonso) ha hecho una gran labor. Costó mucho encontrar un presentador y, al final, tuvo que dar él un paso adelante. Y ha hecho un gran trabajo, pero Julian está a otro nivel. Llevaba 19 años haciendo eso, y tuvo también su oportunidad en la edición de TVE haciendo un trabajazo. Esperemos que esté de vuelta pronto porque como él no hay ninguno.
- ¿Se le pasa por la cabeza tener una carrera televisiva?
- (Suspira) Pues no me he planteado intentarlo, otra cosa es que vengan oportunidades. Bienvenidas sean. Tengo las puertas abiertas a cualquier oportunidad, sobre todo si las disfruto y soy feliz, aunque está claro que el tema económico también cuenta.
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- ¿Qué le gusta ver en televisión?
- Aparte de 'El Conquis', veo muy poca tele. El Teleberri y algo de fútbol, poco más.
- ¿Le costó mucho guardar el secreto de que había sido usted el ganador del programa?
- Ese ha sido un tema muy duro. Cuando gané hace unos años fue distinto porque empaté con Aini y ninguno de los dos sabía quién había ganado. Nos dijeron que íbamos a hacer un desempate en Euskadi el día de la final. Y, con todo, hubo gente que dijo que yo había filtrado que había ganado, cuando era imposible porque no lo sabía. Y este año, sabiendo que sí había ganado, el día de la presentación de 'El Conquis', me preguntaron a ver qué me parecía el que estará Andrea en la aventura. Ella fue la capitana cuando yo gané, y dije, muy nervioso, que me alegraba mucho porque con ella gané mi primera ikurriña. Se hizo un silencio en el plató. ¿Cómo que primera ikurriña? Y Patxi o Lur (Errekondo), no recuerdo bien, lo zanjaron diciendo: «Y la única». La gente le dio bastante bombo a eso, yo procuré no darle más importancia.
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- Y atacaron los haters.
- Es que hay gente a la que no le gusta disfrutar del programa y lo único que te preguntan por la calle es si has ganado o no. Para mí, ha sido un año bastante duro sabiendo que había hecho esa cagada y tratando de desmentirlo todo el rato. No se lo había contado a nadie, ni a mis padres. De hecho, les dije que había ganado Txubi. Y en la final del lunes, que estaban el plató, se llevaron una sorpresa tremenda.
- ¿Cómo maneja el tema del odio en redes sociales?
- Me considero una persona fuerte, pero todos podemos tener momentos de flaqueza. Entrar en las redes y ver que la mayoría de los comentarios son negativos, te puede terminar afectando. Me quedo con la gente que me quiere. Lo he dicho muchas veces, no he ido a 'El Conquis' a hacer amigos, tengo muchísimos amigos que me quieren y me apoyan. Con eso me quedo. Y estoy súper satisfecho con mi aventura, no me arrepiento de nada y no cambiaría nada de lo que he hecho.
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