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La cantera de famosos aspirantes a grandes cocineros es ya notable en 'Masterchef celebrity', de ahí que el formato trufe cada edición de rostros atractivos para la audiencia que complementan a los concursantes actuales. El último en regresar a los fogones del concurso fue ... Mario Vaquerizo, cuya misión era la de asesorar a los 'novatos' con su sapiencia culinaria. Los cítricos fueron los protagonistas de la primera parte de la trama. Tenían limequat, bergamota, kumquat y mano de Buda, entre otros, y Anabel Alonso decidía con qué cítrico cocinaba cada compañero y si el elegido preparaba un plato dulce o salado. Y para reconciliarse con el emplatado, Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo Nájera y Jordi Cruz les animaron a que rompieran esquemas e integrasen objetos como un abanico, una cafetera antigua, unas piezas de lego, un rastrillo o una pala en sus creaciones. Lástima que Los Chunguitos fueran los últimos expulsados porque sus ocurrencias seguro que habrían sorprendido al personal, aunque no se quedó corta Vicky Martín Berrocal que se ofuscó porque no tenía nata, perdió los papeles e integró en su propuesta un abanico sin sentido ninguno. Y aquello motivó una de las broncas más sonadas de esta edición.
«No hay motivación ninguna en este plato. Es una ofensa terrible a mi oficio», sentenció Jordi visiblemente cabreado. El experto no se quedó ahí y recriminó a la diseñadora su desgana. «Comes en la cocina, te ríes cuando no toca… Sigue así y te prometo que hoy te vas», amenazó el chef. Ella, no demasiado afectada, reconoció que había presentado «una mamarrachada». Anabel Alonso fue de nuevo la vencedora de la prueba junto a Boris Izaguirre, y la gloria de los 'repetidores' empieza a mosquear a sus contrincantes.
La solidaridad y la empatía sobrevolaron la prueba de exteriores, que se celebró en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, uno de los centros médicos más importantes de España. El 'talent' les rindió un homenaje por su lucha, su valentía y su afán de superación con un menú de cuatro platos diseñado por Carlos Maldonado, del restaurante Raíces. Los participantes elaboraron recetas para los pacientes, los médicos, los fisioterapeutas y los investigadores de este hospital. Lo malo es que esta vez no eran los mejores quienes lideraban el juego, sino los peores. Tamara Falcó y Vicky eran las capitanas. A la primera, de azul, le acompañaban Boris, Juan Avellaneda, Ana Milán y Anabel. La segunda, de rojo, competía mano a mano con Almudena Cid, Félix Gómez, Yolanda Ramos y Alex Adróver.
Anabel quiso dar un 'golpe de estado' y destituir a su jefa -acción aprobada por los jueces excepcionalmente-, pero sus compañeros no le siguieron el juego. Y los colorados tampoco acertaron en sus cocinados. «Estoy muy defraudada», se lamentaba Samantha al final. «Ninguno de vosotros ha entendido el ritmo que es necesario seguir y cuando intento meteros caña no me hacéis caso», reclamó Jordi. Por eso, todos fueron condenados a la prueba de eliminación. Solo Anabel quedó salvada por los expertos.
Las aves protagonizaron la eliminatoria. Y para destacar había que aprovechar todo el potencial de los pájaros con la técnica del prensado. Antes de comenzar, los jueces dieron la oportunidad al grupo de salvar a dos de ellos por unanimidad. Y los aspirantes retiraron los delantales negros a Yolanda Ramos y Avellaneda. Tamara y Ana Milán triunfaron con una becada y un faisan exquisitos, y fue Alex Adróver el que salió peor parado. «Te ha tocado el ave más sencilla y la has tratado de la forma más complicada», analizó Samantha, antes de expulsar al actor. Tampoco pasa nada porque la semana que viene hay repesca.
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