Georgina piropea a Cristiano en 'El Hormiguero': «Era tan guapo que me daba vergüenza mirarle»

«Todo lo que se imaginen lo van a ver», así definía Georgina Rodríguez la segunda temporada de su serie documental que en breve se estrena en Netflix. La modelo y empresaria acudía a 'El Hormiguero' nerviosa ante su primera vez en directo en un plató de televisión. Pablo Motos quiso saber cómo le llegó 'Soy Georgina'. «Cuando me lo ofrecieron estaba viviendo en Turín y justo volvía del colegio con los niños. Me lo dijeron y me encantó la idea, pero me quitó el sueño», resolvía la invitada. 

La pareja de Cristiano Ronaldo, madre de sus cinco hijos, reconocía que la familia le quita casi todo su tiempo. «Soy muy joven y me encantan los niños, y además soy muy organizada. A mí me encantan mis hijos todo el rato, los de los demás no», bromeaba. La 'influencer' hablaba de sus vástagos. «Son a absolutamente distintos. En el cole, a veces les pegan y no se defienden, y se hunden. El otro día llegó uno de mis hijos y me dijo que le habían pegado. Estaba llorando. Y tú, con lo que calientas en casa, ¿no te sabes defender? Les inculco tanto el no pegues a tus hermanos que en el cole hacen lo mismo. También te diré que no me gustaría que mis hijos caneen a los demás», contaba.

En su cumpleaños, Cristiano tuvo un detalle máximo con su mujer. Por sorpresa, le regaló el inicio de la temporada de su serie proyectada en un edificio colosal. «Este año me regaló su tiempo. Pasamos muy poco tiempo con él. Pude compartir mi cumpleaños con él», descubría.

Georgina no tembló a la hora de describir al futbolista. «No es muy materialista», aseguraba. El presentador replicó rápido: «Claro, porque ya lo tiene todo». Y la invitada reconoció entonces: «Le he regalado tres coches, ya no le regalo más». Frivolidades aparte, la entrevistada recordó cómo conoció al deportista. «Estaba trabajando en Gucci y entra Cristiano. Fue un flechazo. Era tan guapo que hasta me daba vergüenza mirarle. Tuve poca conversación con él porque no le atendí yo. Tenía que haber salido a las cinco, pero vino una clienta a mirar abrigos, en pleno verano. Y cuando entró sentí mariposas», evocaba. Y añadía: «La primera vez que hablamos coincidimos en un evento de moda en una tienda. Él me tiro la caña. Yo soy muy vergonzosa. Fuimos poco a poco». 

Georgina derrumbó mitos sobre los ricos. «Ir de tiendas es agotador. Te entra la ansiedad y la ansiedad es mala, por eso no me gusta ir de tiendas», afirmaba la modelo que admitía que antes de conocer a Cristiano «no era futbolera» porque su pasión era el ballet. Viajera empedernida, su situación económica le facilita tener avión privado, cosa que agradece, a tenor de sus palabras. «Nunca he hecho caca en el baño de un avión comercial. Meterme en un baño calentito que huela a pastel recién echado lo odio. Me corta hasta el pis. En avión privado es lo mejor», declaraba. Eso sí, no olvida su historia. «Cristiano y yo venimos de familias muy humildes y valoramos cada oportunidad. Entonces nosotros siempre inculcamos a nuestros hijos que hay que cuidar las cosas, que hay que agradecer», aleccionaba. Y para concienciar a sus hijos también tiene estrategia. «A veces les pongo vídeos de niños que no tienen comida y les digo que esto les puede pasar», sostenía. Esa educación la interioriza. «A mí el dinero me ha cambiado para mejor porque siento que puedo ayudar a mi familia y a mis amigos mucho más que antes y eso es muy gratificante para mí», contaba. 

«Cristiano es maravilloso. Es un padre diez, un hijo diez… Muchas veces estamos en casa comiendo, le miro y pienso que afortunada soy», ponderaba Georgina sobre su pareja. También confesó que le han ofrecido hacer cine, «pero por cuestiones de tiempo no he podido aceptar. Sé que se me daría bien. He hecho danza clásica que es interpretar», manifestaba. Su patrimonio es tan amplio que asusta. «Mi vestidor es tan gigante que no tenemos ropa para llenarlo», revelaba la joven que no se amilanaba al exponer que tiene más de 150 bolsos. Tanto le gusta el complemento que le llevó uno muy especial a Pablo Motos para que se lo regalara a su mujer. 

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