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«No estábamos preparados y ninguno estábamos realmente enamorados», así reconocía Francisco Rivera haberse casado con Eugenia Martínez de Irujo. 'De Viernes' entrevistaba al torero que hablaba sin pudor de todo y de todos. Para empezar, recordaba su boda con la hija de la duquesa ... de Alba. «Mi madre me dijo: Fran, yo creo que esto ha sido una equivocación, esto te va a dar más problemas que alegrías. Vengo a pedirte que ahora mismo cojas un avión y te quites del medio quince días, no te cases», desvelaba. Así que cuando la pareja rompió, Carmina Ordóñez sentenció: «Mucho habéis durado».
«Lo más bonito fue Cayetana, compensa todo», explicaba Francisco señalando a su hija. Para el diestro, la separación fue un infierno. «Entré en depresión, fui al psiquiatra y me dijo que no me medicaba porque tenía que torear, pero que estaba de libro. Yo me agarré a mi hija y a mi profesión. Fueron dos años terribles que no quiero ni recordar», atestiguaba.
Isabel Pantoja fue otro de los objetivos del matador de toros. «La relación con esta señora nunca fue excepcionalmente buena», arrancaba sin citarla ni una sola vez. «Yo creo que trae mal fario, no hay que nombrarla», ironizaba. Y pasaba a detallar lo mal que se portaba la tonadillera con él y con su hermano cuando eran pequeños, dejando claro que tenía dos caras: cuando su padre estaba presente fingía adorarles, «pero cuando no estaba, fuera de aquí los niños; no nos trataba de la misma manera», recordaba.
Sobre la coincidencia de nombres entre los hermanos también dictaba sentencia. «Creo que mi padre fue gilipollas por ponerle el mismo nombre a dos de sus hijos, eso siempre lo he llevado mal. No sé por qué accedió a eso», comentaba. Más en serio trataba el tema de la herencia de Paquirri. «Mi padre lo dejó todo escrito, los toreros hacemos testamento. Y lo que pedíamos no tenía valor económico, sólo sentimental», explicaba. Y añadía: «Cuando esta señora estaba en la cárcel, le dijimos a Kiko que íbamos Cayetano y yo con él y cogíamos nuestras cosas. '¿Qué quieres, que me mate?', nos dijo. Nos reímos porque era gracioso, pero realmente es terrible».
Rivera tenía más reproches para Isabel Pantoja. «Que no siga vendiendo que es la viuda de España cuando ha tenido relaciones con las personas que ha tenido, de todos los ámbitos», exponía. Y miraba a cámara. «Usted está utilizando a mi padre, que es lo que ha hecho siempre», denunciaba.
El torero manifestaba su teoría de por qué la tonadillera se portaba mal con ellos. «Creo que mi padre se murió enamorado de mi madre, y para castigar a mi madre, castiga a sus hijos», argumentaba. Iba más lejos. «No creo en el karma, pero creo en Dios, y las cosas se pagan. No me gustaría nada estar en su pellejo el día que se muera, que sea dentro de mucho, y se encuentre a mi padre para pedirle explicaciones. Será un ratito, porque yo creo que luego irá al infierno, pero por lo menos un ratito», afirmaba.
De sus hermanos también largaba el diestro. Con Julián Contreras y Kiko Rivera, no se habla, «ya uno se cansa», sostenía. Con Cayetano tiene otra relación. «A veces me llevo mejor, otras peor, unas veces nos peleamos, otras no, pero seguimos para adelante. Hablamos. Sí queremos que los primos se vean, y tenemos más cosas en común. No somos Caín y Abel, pero tampoco los hermanos Marx. Mi familia son mi mujer, mis hijos y mis amigos. Para mí, mi familia son mis amigos, más que la familia en sí», zanjaba.
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