Eduardo Casanova: «Se me da muy bien ponerle vaselina a algo para que entre mejor»

Si algo caracteriza el cine de Casanova es su particular visión de la realidad y la forma de plasmarlo en el celuloide. «Lo guay es que se estrena en viernes 13 y esto es una peli de terror, género que me encanta», avisaba el director. Su compañera apostillaba: «Pero también es comedia». A lo que el cineasta añadía: «Sí, y también una película fantástica, como Angela Molina». Piropo que fue celebrado con un aplauso.

Según su autor, 'La piedad' «es un ejercicio artístico», definía. Casanova festejaba su pasión. «Algo maravilloso que tiene el arte es que el público pueda hacer sus propias reflexiones y pensar», opinaba. Centrándose en su historia, el realizador aportaba datos. «Trata sobre la búsqueda de la libertad y de si la libertad existe realmente», comentaba. Molina sumaba información. «Vais a flipar con ella, pero no la vais a olvidar en la vida. Te permite sufrir sin dolor», apuntaba elogiando a su responsable que tiraba de humor para responder a la alabanza. «Básicamente, de lo que habla Ángela es de algo que se me da muy bien que es ponerle vaselina a algo para que entre mejor», ironizaba.

«Hay hasta instrumentos de tortura», advertía Ángela Molina sobre el surrealista trabajo de Casanova que aclaraba que la intérprete se refería a lo tormentoso que fue para ella rodar un complejo parto. «Tuvimos que fabricar varios coños. En esa escena, el personaje de Ángela da a luz a un niño adulto, y es difícil que salga de un sitio tan pequeño, así que había que hacer diferentes prótesis para, según el plano, ir cambiando los coños de más grande a más pequeño», exponía. 'La piedad' lleva cocinándose mucho tiempo. «Empecé a escribirla hace seis años, aunque en realidad siempre ha estado dentro de mí. Ahora me enfrento a algo que me da mucho miedo que es separarme de algo que me ha apasionado y entregárselo a la gente. Me da un poquito de dolor y nervios, pero sobre todo estoy profundamente feliz», aseguraba sobre su flamante estreno. Y para los que recelen de un producto tan personal, agregaba: «No es una paja mental, tiene una narrativa comprensible y es divertida».