Varios lesionados, bronca azul y una expulsada verde en el estreno de 'El Conquistador del Caribe'

Cada equipo preparaba sus estrategias nada más aterrizar en 'El Conquistador del Caribe'. Eran planificaciones sobre la prueba en la que iban a debutar, que era de aúpa. Una bengala anunciaba el comienzo del desafío en el que cada grupo tenía que seguir un rumbo mediante una brújula dentro de sus respectivos cayucos. Había que remar hasta reunirse con Julian Iantzi que les esperaba en los trampolines. Y para poder continuar, todo el equipo debía saltar desde una altura considerable: 19 metros. Después, dos de ellos tenían que cruzar una espectacular tirolina.

Desde el principio los rojos tomaron la delantera y los azules demostraron que estaban bastante confundidos. Pero lo peor vino cuando Oxkar, ante el trampolín, optó por dar marcha atrás y evitar el salto. «¡Que fácil se ve desde casa todo, eh! Y luego a las primeras de cambio…», reprendía el presentador al ver que el camionero donostiarra se rendía. «Me he bloqueado», se excusaba. Su renuncia hizo perder a su equipo. «Mal arranque y os vais a arrepentir», avisaba Iantzi.

Lo cierto es que la caída al agua produjo varios lesionados. Leire, la monitora de fitness de Oñati, tuvo que ser desalojada por el dolor. Y pronto le siguió Maikol, el modelo de Brighton que se dio un buel golpe en la espalda y también fue evacuado por los médicos. No fueron los únicos. Álvaro, el estudiante de Ingeniería malagueño también sufrió lo suyo tras un batacazo contra el agua. Se mareó y vomitó, pero no llegó la sangre al río y se recuperó sin problema.

Los rojos probaron su garra ganando la prueba y logrando la primera estancia en el equipo rico. Los amarillos, a pesar de su juventud, quedaron segundos y evitaron ser nominados. Las verdes quedaron terceras y aquello les traía peligro de expulsión. Y los azules, ya condenados, comenzaban a mostrar sus cartas. «Lo hemos hecho de puto culo. De esto, o aprendemos o nos morimos», advertía Locuras, escogido como primer duelista por los Yocahu. El que esquivó las balas fue Oxkar. «Hablas muy bien, pero cuando hay que actuar no actúas», amonestaba Julian. El donostiarra no se achantaba. «Si me queda tiempo, ya verás. Igual te cierro la boca yo a ti», prevenía al comunicador.

El ambiente entre los Corocote era tenso. La ausencia de Maikol y el no poder nominarlo generaba problemas. Itu y Aitzi se quitaron las caretas. Las gemelas, bastante cargantes, manipulaban para eludir los votos. Apuntaban al resto, pero cuando Killer 7 les nominó a ellas, avisaron. «Que si perdemos nos vamos las dos, ¡eh! Hay que pensar con la cabeza», increpaban al de Getaria. Oxkar, lejos de presentarse voluntario tras su espantada, tiró balones fuera. Al final, fue Urko el condenado.

Entre las Atabey tampoco iban bien las cosas. Itxaso y Miren acabaron empatadas a votos, y la primera fue la que finalizó en el duelo. La joven escogió batirse contra Urko, librando a Locuras de la carga. El de Miranda de Ebro se alegraba de la salvación, pero censuraba a los suyos. «Este equipo se va a empadronar en el campamento muy pobre porque no escuchamos y nos lo tomamos todo a risa», reflexionaba. Fellini se sumaba a las críticas. «Somos unos cafres como grupo, no hay equipo», comentaba.

El duelo consistía en tirar de una cuerda para sujetar una canasta en el aire. Si tocaba el suelo, perdían. Killer 7 y Helen llenaban de cocos la cesta contraria para aumentar el peso, pero no hicieron falta muchos frutos, Itxaso claudicó a las primeras de cambio y las verdes perdieron a una de las suyas que sufrió un ataque de ansiedad al verse despedida. «No me lo puedo creer», lloraba la educadora social vizcaína. Primera baja.

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