Tremendo follón en 'El Conquis' con amenazas de expulsión: «La próxima, las consecuencias serán fulminantes»

Tocaban bienvenidas y despedidas. Por un lado, David Seco y Locuras acudían a reforzar los equipos rojo y verde, respectivamente. Aquello significaba que los veteranos, esas leyendas de 'El conquistador del fin del mundo' que son Juanito Oiarzabal y José Luis Korta, decían adiós a la aventura. Antes, todos debían afrontar el juego de la inmunidad que trataba de pastorear. Un rebaño de ovejas andaba suelto por un corral y el trabajo de cada grupo era trasladarlas al galpón, por supuesto sin tocarlas, simplemente guiándolas.

El reto fue complicado, sobre todo por la competencia brutal que brotó entre los rivales, principalmente entre los rojos y el resto. Los Puma fueron los primeros en conseguir guiar a un animal y comenzaron a pelarlo sacando bastante ventaja a sus contrarios. Seco y Juanito rapaban al ovino con rapidez y, mientras, sus pupilos optaban por entorpecer la labor de azules y verdes, en lugar de ir a lo suyo. Y comenzó la guerra. «Con la experiencia que tienen, les están comiendo la tostada los rojos de mala manera», avisaba Patxi Alonso a Lobo.

Lo que nadie esperaba era un insulto vejatorio en medio de la contienda. En el fragor de la batalla, Gigi se dirigió a Lusito llamándole «maricona». Lógicamente, el aludido reaccionó plantándole cara. «Me ha sentado muy mal. Me da pena que sea la novia de Lobo», comentaba Luisito afectado. Y Lobo torcía el gesto al enterarse. «No sé cómo está jugando, está portándose regular, pero a mí me la suda. Que haga lo que quiera, ella sabrá la imagen que está dando», opinaba el aragonés. Al final, Gigi se disculpó, después de una reprimenda de Alonso. «Recordaros que van a venir juegos de contacto, ¡cuidado! En 'El conquis' no vamos a admitir ningún tipo de expresión que atente contra los derechos de las personas, ninguna expresión discriminatoria en torno a su orientación sexual, raza o religión. La próxima vez que pase, las consecuencias serán fulminantes», advertía el presentador muy serio.

Tremendo follón el que se montó en la prueba que ganaron los rojos. Vencieron el reto, pero perdieron la simpatía de todos sus adversarios. «Hacía tiempo que no competía con gente tan sucia», valoraba Andrea indignada. Manu Maritxalar iba más lejos. «Con estos, voy a salir a hostias», amenazaba. Tanta es la irritación que suscitaron los Puma que verdes y azules ya se plantean pactar entre ellos en siguientes combates. «Son todos unos faltones», recriminaban los Condor y Txubi hasta lloraba de impotencia.

Como vencedores, los colorados nominaron directamente a Huido. «Otra vez», decía el chaval resignado. Txubi y Ari se ofrecieron voluntarios para ir a duelo, y el primero fue el elegido por Locuras. La segunda se libró porque el grupo decidió nominar a Lele. Mientras, los Piche se encontraban con un espontáneo inesperado. Manu Maritxalar se puso en la palestra con determinación. «Quiero vivir lo que no he podido vivir en otras ediciones porque era capitán», argumentaba. Y lo dio todo.

El duelo tenía como objetivo alcanzar un banderín que estaba en mitad de una laguna. La complicación es que llevaban un arnés al que estaban vinculados con una cuerda y debían ir desenredándose por la horqueta para poder así alcanzar la meta. Huido fue el primero en liberarse y Maritxalar y Lele se disputaron la segunda plaza hasta el último minuto. Ambos se dejaron, literalmente, la piel en el intento. El veterano boxeador donostiarra logró llegar a la enseña antes que su joven adversaria, que fue la expulsada del emocionante capítulo.

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