'En el nombre de Rocío' será el título de la segunda temporada del documental de Rocío Carrasco

«Se valían de que no venía a Chipiona porque no podía», censura Carrasco adelantando que ella no tiene que «reconquistar» la ciudad natal de su madre, «solo tenía que volver», avisaba. La segunda temporada parece que ya está en marcha y aún hay mucha tela que cortar, a tenor del intenso avance rodado en las playas de la localidad gaditana. Allí se reencontró con «su otra familia, los Jurado que no forman parte del clan», comentaba con ironía Carlota Corredera.

Carrasco llegó al estudio «nerviosa, pero agradecida», declaró. La presentadora la ponderó entonces. «Las mujeres de este país están orgullosas de ti y de tu valentía», dijo. Y Rocío quiso puntualizar: «He tenido la oportunidad de alzar la voz públicamente, pero ellas no la tienen, así que las valientes son ellas no yo». Serena y satisfecha del documental que ha protagonizado, la hija de 'la más grande' confesó que aún prefiere no verbalizar el nombre de su ex, Antonio David Flores. «Me provoca miedo, dolor y cosas demasiado malas como para nombrarlo», aseguró. Y ante la pregunta de si es feminista comentaba: «Me estoy dando cuenta de que sí. Soy neófita, pero me muero de ganas por aprender».

Respecto a sus hijos, Carrasco no sabe si sus palabras han propiciado un acercamiento o no, lo que sí tiene es una explicación del por qué no les había dicho nada antes. «Si les hubiese contado la verdad se habrían dado cuenta desde muy pequeños de la clase de padre que tienen y no quería hacerles daño», desveló. Sí confía en que la serie propicie que se reabra su caso. «Tengo la esperanza de encontrar un fiscal que me oiga. Que quieran escucharme es lo único que ansío», manifestó.

La revelación de su intento de suicidio también destacó en la conversación. «La única persona que es responsable de mi estado emocional y de lo que estuve a punto de hacer se llama Antonio David Flores», sentenció convencida y pronunciando esta vez bien claro el nombre. «Si hubiese muerto entonces se habría contado la historia de otra manera y habría sido la injusticia más grande», zanjó Carrasco que recibió mensajes de apoyo de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, entre otras muchas mujeres