«Desubicada de mierda», «ridícula» o «arpía» fueron algunos de los insultos que se escucharon en 'La casa fuerte'

Resulta que en el capítulo anterior la de 'La isla de las tentaciones' había insinuado que su contraria le había invitado a Dubai hace unos meses y ella rechazó la propuesta, sugiriendo que algo tenía que hacer en los Emiratos Árabes que no era trigo limpio. Jorge Javier le instó entonces a que no se andara con medias tintas. «Cuéntalo claramente para evitar malas interpretaciones», animó el comunicador. Pero la chica evitó entrar en detalles, volvió a divagar y a sembrar dudas. Y estalló la bomba. «Desubicada de mierda», atacó la de 'Mujeres y Hombres y Viceversa' con rabia. Y a partir de ahí, ronda de insultos. «Ridícula», «falsa», «arpía» o «convenida» fueron algunas de las perlas que se dedicaron. Entonces pusieron un vídeo donde se veía a Samira rota sufriendo un ataque de ansiedad y Marta, sospechando que iba a quedar como la mala, intentó derramar algunas lagrimillas tan sobreactuada como siempre. «A mi familia no la nombres», reclamó excesivamente indignada.

Antonio Pavón tuvo la mala idea de tratar de mediar entre las mujeres y salió escaldado. «Esta muchacha tiene una pedrada muy grande en la cabeza», opinó sobre Marta. Y la afectada ajustó la mirilla contra el torero tildándolo de mentiroso para arriba. Y logró su empeño porque sacó de quicio al matador y acabó llamándola «golfa». Y se lió. «Ha sido muy desagradable y desconsiderado, me ha dado vergüenza», criticó Isa Pantoja que como esta vez no tenía mensajes de cantora para ella estaba pasando bastante desapercibida. El diestro pidió perdón por el calificativo. «Es que me he sentido acorralado», argumentó. Y Marta, hecha un mar de lágrimas, se preguntaba: «No se qué he hecho mal en esta vida para merecer esto». Pues meterte en concursos así, amiga.

Por lo demás, después de un juego de la época de 'El gran Prix' y varias votaciones un tanto alborotadas, Sonia Monroy y su chico, Juan Diego, salieron nominados. Y ella decidió que era un buen momento para montar un numerito. «Nos vamos. Esto es destructivo. Si nos dicen que esto puede ocurrir no venimos. Pagamos lo que sea y nos vamos ahora mismo», amenazó en plan dramático. Jorge Javier no se creía lo que estaba viendo y pidió calma, pero como ya casi eran las dos de la madrugada despidieron rapidito y ya veremos si abandonan o no. Mucho me temo que todo quedará en una falsa (muy falsa) alarma.