Despedida

En estos tiempos de anomalía pandémica me ha tocado despedirme de dos mujeres fuera de serie. Y es que, salvo Alicia Florrick ('The good wife') o Birgitte Nyborg ('Borgen'), pocas han exhibido tantas dobleces y matices de personalidad como estas. Hablo de Carrie Mathison, la espía de la CIA con trastorno bipolar que hizo tambalear los cimientos de la Agencia en las ocho temporadas de 'Homeland' (genial cierre de serie, por cierto) y Piper Chapman, la niña bien de 'Orange is the new black' que entra en prisión por manejar dinero de la droga y que se topa con una existencia opuesta a la suya anterior. Ambas han llevado el peso de dos grandes producciones, con tramas complicadas (retorcidas a veces) y han salido más que airosas del trance. Y no ejerciendo de meras acompañantes de los roles masculinos (algo que sigue ocurriendo en muchas series) sino marcando la línea argumental y superando incluso ausencias clave, como la de Brody en el caso de Mathison. Por eso, es triste decir adiós. Eso sí, siempre quedarán las reposiciones para revisitar las que ya nos dejaron. Y rogar por que surjan otras que tomen el testigo. Au revoir, mes amies.