Nominado al Goya por su participación en la película 'Uno para todos', David Verdaguer se ha convertido en el actor de moda tras una prolija carrera en la televisión catalana. Actualmente se encuentra protagonizando en teatro, junto a Enric Cambray, Marc Rodríguez, Mar ... Ulldemolins, 'El método Grönholm', un montaje en el que cuatro candidatos a un puesto de alto ejecutivo en una multinacional, se someten a las rocambolescas pruebas del proceso de selección. «Hacen lo que haga falta para conseguirlo y ahí sale la mezquindad humana, la parte perra que todos llevamos dentro», exponía el intérprete en 'El Hormiguero'.
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Haciendo gala de un sentido del humor exquisito, Verdaguer admitió que no sabe posar y por eso huye de los fotógrafos. «Lo que sí se es poner la cara de Jon Kortajarena», bromeó imitando al modelo bilbaíno. Paradójicamente, otra de las cosas que le ponen nervioso es el público. «Es como Fernando Fernán Gómez, que decía que no hacía teatro porque no le gustaba que le mirasen cuando estaba trabajando», explicaba.
Lo que sí domina es la comedia, y la defiende a muerte. «Se nos ha dado una responsabilidad a los cómicos que no nos corresponde. La gente tiene que preocuparse de los que hablan en serio. Si no te gusta una broma, no te rías. Yo defiendo que se debe hacer humor de todo«, manifestaba. Y Pablo Motos suscribía: «Ahora penaliza más el chiste de un cómico que la mentira de un político».
El invitado aprovechó para hablar del programa 'Tabús' que conduce en TV3. «Estoy una semana conviviendo con un colectivo vulnerable y luego hago un monólogo sobre su problemática», narraba. Ha compartido experiencias con enfermos terminales, «de los que he aprendido que no les importa mucho cuándo va a acabar esto, aplican el 'carpe diem' a tope», decía admitiendo que a él la muerte «me asusta y me cabrea a la vez».
También dedicó unas jornadas a las personas que sufren trastornos mentales. «Hay un estigma muy heavy con ellos y eso les toca mucho el escroto. Ellos quieren normalizar esas enfermedades», descubría un actor que empezó ejerciendo de payaso en Primeras Comuniones. «Fue bonito hasta que me rompí el menisco haciendo el bobo», desvelaba añadiendo que le trasladaron al hospital en silla de ruedas disfrazado.
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Una de las anécdotas más surrealistas que contó el entrevistado fue que le gusta masturbarse la nariz. «A veces, cuando estoy solo, cojo un hilo y me lo meto por la nariz hasta que estornudo. Es como un orgasmo facial», precisaba generando las risas del personal. También admitió ser hipocondríaco, «aunque bastante rarito», dijo. «Creo que me voy a morir, pero no me gusta medicarme. Quiero morir por mis medios», ironizó afirmando ser muy quejica. «Siempre pienso que me levanto sin voz, mi mujer está hasta el nabo», declaró simpático.
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