David Bustamante confiesa el peor momento de su vida en 'El camino a casa'

Uno de sus profesores mostraba el expediente de sus años de estudiante. Y no era bueno. «Hice tercero de la ESO tres veces», confesaba el artista ante el asombro de Espinosa. «A ver si te crees que me fui a trabajar a la obra porque era una eminencia estudiando», ironizaba el cántabro ante el escritor. Hace más de dos décadas, un programa de televisión cambió la vida del joven. «Estaba en los castings de 'Operación Triunfo'. Me había clasificado para la etapa final y me dijeron de no dijera nada, pero se lo solté a todo el mundo», descubría entre risas.

Responsable y sacrificado desde que era un niño, Bustamante se emocionaba al rememorar lo que hizo con su primer sueldo de peón de la construcción. «Le compré a mi madre una pulsera que costaba 95.000 pesetas cuando yo solo ganaba 80.000», contaba. Su progenitora comentó la jugada. «Como me parecía excesivo, la cambié por una normalita y le metí el resto en su cuenta», manifestaba. Su hijo apostillaba: «De eso me enteré años después».

Las lágrimas afloraron en varias ocasiones a lo largo de las diferentes estaciones en las que la pareja iba recalando. Las imágenes de sus abuelos motivaban el llanto. «Mi abuelo, el único que me queda, tiene 92 años. Y echo mucho de menos a los demás», decía antes de fundirse en un cálido abrazo con sus dos primos mayores, los que ahora se encargan de la empresa de obras. «Era muy currante. Solo se distraía de vez en cuando, si pasaba alguna chavaluca», declaraban los primos. Los familiares dieron paso a los amigos.

Tres componentes de su cuadrilla de siempre, 'Los necios', se sumaban al encuentro. Con ellos jugaba al fútbol, otra de sus pasiones. Y evocar aquello le llevó a una curiosa anécdota. Se compró unas zapatillas y le dieron las dos del mismo pie. «Fui a cambiarlas y me tuvieron dos horas esperando. A los dos meses, me recibía la directora de El Corte Inglés y había cientos de chicos y chicas con mi cara en sus camisetas», aseveraba.

El antes y el después de 'OT' fue esencial para Bustamante. «Tuve que meter muchas horas para construir un hotel porque venía un gran artista, Josep Capdevilla, más conocido como Sergio Dalma. De premio, el que nos contrataba me permitió echarme una foto con él y conocerle. Yo le dije que ojalá algún día yo fuera como él porque le admiraba mucho. Al verano siguiente, tenía 22.000 personas en ese mismo campo de fútbol», rememoraba.

Y mudaba el gesto para hablar del momento más duro de su carrera. «Fue cuando me lesioné de la voz. Estuve muchos meses sin poder hablar ni cantar. Actuaba en unos olivares y eso me dio alergia. A los veinte minutos, me quedé sin voz, pero yo quise seguir y terminar el concierto. Y me destrocé la garganta. Pero, gracias a Dios, me curé y sigo teniendo el mismo registro», le confesaba afectado a Espinosa que le regalaba un volumen de 'El Principito', «porque este eres tú», zanjaba.