La visión de 'La casa fuerte' que horrorizó a Jorge Javier Vázquez

Con tal de alimentar el morbo, Maite Galdeano humilla sin piedad a su vástago, lo machaca continuamente y hasta lo critica por la espalda poniéndolo a caldo delante de sus compañeros. No es de extrañar que el muchacho se rompa en directo y solicite sin palabras un poco de cariño. Llorando y con la cabeza gacha, como pidiendo permiso para un poco de afecto. Y la visión horrorizó a Jorge Javier Vázquez que optó por poner freno a las burlas.

«Maite, te olvidas de una cosa muy importante. A tu lado ves a un chico con el que no tienes mucha diferencia de edad y tú vas de mujer moderna, pero te has olvidado de algo importantísimo: que eres su madre», aleccionó el periodista desde plató. La reprimenda, en tono afectivo, acabó aconsejando a la aludida que cambiara las tornas.

«Tú sabes que yo te quiero mucho, ¿no? Pues tienes que ser más cariñosa con él. Es tu hijo. Tienes que ayudarle, protegerle, darle afecto… Te lo está pidiendo continuamente y no lo ves», insistió Jorge Javier. «Tienes que ser más comprensiva, le haces pasar tragos muy duros. Estás descargando en él una responsabilidad que tú deberías aceptar, que es que no eres una mujer fácil», argumentó el conductor del programa.

La reprimenda dio resultado y Maite abrazó a su hijo que se vino abajo con la muestra de cariño. Llorando y sin poder articular palabra, Cristian demostró que efectivamente está desmoralizado y es el eslabón débil de una familia que ha optado por desnudarse ante las cámaras arrastrándolo a él a un mundo en el que no está cómodo. Lo ha intentado, pero las comparaciones son odiosas. Su madre y su hermana, Sofía Suescun, se mueven como pez en el agua en la televisión, a ambas les da igual mostrar sus vergüenzas a cambio de un suculento cheque, pero el chaval no tiene ese fondo o no sabe cómo explotarlo. Y la madre, en lugar de apoyarle, encuentra en él la base para seguir adelante en la batalla mediática en la que esta sumida. La cosa acabó en abrazo, pero me juego el cuello que la bronca aguarda detrás de la esquina y Maite olvidará pronto las lecciones de Vázquez. El show debe continuar.