Cristián, destrozado en la última cita de 'La casa fuerte'

Al hermano de Sofía se le cambió la cara cuando el domingo, nada más abandonar la casa, Jorge Javier Vázquez le dijo que habían robado en casa de su hermana. Al parecer el muchacho guardaba allí sus ahorros (debajo un colchón, mejor que en un banco) y las 'perras' han desaparecido. Y el hurto desorientó definitivamente al joven. Bueno, eso y que su actuación en el programa ha sido nefasta de principio a fin. Al chaval le supera su propia familia. Sofía es carne de telerrealidad y su madre, Maite Galdeano, se pone el mundo por montera. Pero él no está a la altura y lo sabe. Es inseguro y no da la talla ante las cámaras y es lógico, ser «hermano de» e «hijo de» no garantiza nada, y menos ante las cámaras. Cristian se ve desbordado. Quiere actuar como sus familiares, pero no alcanza. Y mete la pata. Y se derrumba.

Suescun llegó a plató derrotado. «He perdido a mi novia, mi dinero y el concurso… Lo he perdido todo», sollozaba entre lágrimas. Y me da que esta vez no eran de cocodrilo, sobre todo las derramadas por la 'pasta'. Llorando pidió perdón a Yola Berrocal por haberla humillado. Pero la flamante ganadora del espacio no empalizó con él. «No quiero saber nada de ti porque eres una persona tóxica», bramó la cantante (o actriz o artista… o yo qué se). Y su adversario se cubría el rostro gimoteando. «Me ilusioné mucho con Cristian», confesó Berrocal. Aunque todo sonaba a teatro mal hecho. «Después de cómo me has tratado en las galas, que he quedado como una basura… No se puede aplastar a una persona y luego pedirle perdón», reclamaba ella. Y entonces entró la madre a defender a su vástago. «No seas tan dura que está muy sensible·, acertó a decir Galdeano, que tendrá muchas virtudes, pero la de defender a su hijo no la lleva bien. Y así quedó el 'culebrón', roto sin remedio. Y el noviazgo de fuera, también partido. Aquí tiene Alejandro Sanz una canción de alto copete.

Por lo demás, pues nada del otro mundo. Oriana e Iván siguen con su relación, aunque casi nadie apuesta porque dure más de un par de Telediarios; Christofer y Fani parece que se van a casar, y varios piensan que el enlace tiene menos futuro que un submarino descapotable; Ferre y Cristina deliberaron sobre los supuestos celos que sintió la chica por culpa de ¡Leticia Sabater!, otra milonga tamaño gigante; y el resto trató de robar un poquito de protagonismo a base de gritos que pasaron inadvertidos ante un despropósito tan descomunal. Fin (menos mal).