'El Conquistador' se estrena en TVE con bronca y una evacuación de urgencia

La audiencia vasca conoce bien el formato y su extrema dureza, y 'El Conquistador' debutaba en La 1 con las mismas hechuras. 33 participantes llegaban a la isla con ánimos encendidos y ganas de agradar al personal, aunque más de uno se desinfló en los primeros minutos. Cesc Escolá, Joana Pastrana y Patxi Salinas debutaban como capitanes y entre los participantes había viejos amigos como David Seco, Joana Flaviano y Andrea Azkune, un trío que ya había concursado en la versión de ETB.

La primera prueba resultó catastrófica para Perla, una malagueña de cuarenta años que sufrió una severa lesión al lanzarse al agua desde un trampolín de quince metros de altura. «Me he partido por dentro», clamaba la mujer tendida en un cayuco. Llorando y quejándose de que no podía respirar, la diseñadora tuvo que ser evacuada de urgencia por el equipo médico. Pese al dolor, el espíritu aventurero de la concursante prevalecía. «No me quiero ir», gritaba mientras la sacaban en camilla.

Ninguno evitó tirarse desde la plataforma y hubo más caídas desafortunadas, aunque ninguna tan grave. Una vez en el mar, el clan debía nadar hasta un cayuco y en el trayecto hubo otro susto. Yasel Ochoa, a quien llaman Guyo, tuvo que ser socorrido por sus compañeros Yocahu porque se ahogaba. Luego reconoció que nadar no es lo suyo. Una vez en la embarcación, cada equipo remaba hasta llegar al lugar donde les esperaban sus capitanes con los ojos vendados. Escolá tutelará a los rojos, mientras Pastrana dirige a las verdes y Salinas, a los azules.

Tocaba regresar al acantilado y esta vez escalar una red vertical de treinta metros. Los veteranos Andrea, Joana y Seco fueron los elegidos por sus respectivos equipos para ascender junto a los capitanes, pero junto a ellos debían subir María, El Carni y Pepa, y esta última lastró a los Corocote ya que no pudo ni llegar a la red. Andrea demostró garra al bajar a ayudarla, mientras su líder optaba por pasar de ella. Los Yocahu llegaron tarde a la escala porque su cayuco volcó y tuvieron que arrastrarlo y, con todo, lograron la remontada y quedaron en segundo lugar, siendo las Atabey las vencedoras. «Podéis echar balones fuera, pero no habéis hecho una labor de equipo», reprendía Julian Iantzi a los azules, que afirmaban que los rojos habían hecho trampa. No coló.

Llegado el momento de elegir a los nominados, las verdes condenaron a Lorenzo, al tiempo que Salinas señalaba a Polvillo y su grupo sentenciaba a Pepa. «Son puñales, pero bien clavados. Una traición», aseveraba la jienense dolida. No era la única, Salinas también estaba enfadado, aunque por otros motivos. «Me habéis mentido con el juego, y lo repetiré mil veces. No me lo habéis explicado cómo era», reprochaba. Y cuando el presentador ironizó diciéndole que no había podido subir, el futbolista estalló: «Si he subido. ¡Sube tú, listo! A ver cuánto subes».

Guyo fue el nominado por el equipo colorado por haber ocultado su aversión al agua y el coreógrafo cubano salvó a Polvillo, batiéndose contra Lorenzo y Pepa. Ésta última tiró la toalla casi antes de empezar el desafío que ganó con holgura Lorenzo. Guyo tampoco quedó atrás completando una prueba compleja. Se trataba de colgar un banderín en lo alto de una escala. Pero antes había que buscar la enseña en la cueva de los murciélagos, un lugar pestilente. Pepa encontró la bandera y llegó a la escala, pero evitó el ascenso rindiéndose y convirtiéndose así en la primera expulsada.

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