Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«Siempre digo que quiero parar, pero luego me sale una cosa que me divierte o un personaje que me llama la atención y no puedo. Además, a veces pienso: ¿Y si dejo de trabajar y luego, de repente, me aburro? O tengo que empezar a hacer caso a todo el mundo porque tengo tiempo libre, que es peor», reflexionaba Carmen Maura en su enésima visita a 'El Hormiguero'. Hablaba la actriz de lo atareada que está enlazando series, películas y obras teatrales. «No paro», aseveraba sonriente. Y prueba de ello es la ficción que acaba de estrenar Atresplayer Premium, 'Deudas', una comedia sobre ricos y pobres. «Hago de buena, pero me cabreo mucho porque mis hijos son un poquitín delincuentes», describía la entrevistada que define el proyecto como «una gamberrada, francamente». Una de las cosas que más le costó de su nuevo personaje es lo mal hablada que es. «Yo no he dicho tantos tacos en mi vida. Al principio me costaba, pero luego me acostumbre», explicaba.
Dirigiéndose a Roca, la veterana intérprete le confesaba lo más complicado de toda su trayectoria profesional. «Es mucho más difícil ser presentadora que hacer Shakespeare en el Teatro Español. Tú te sabes el papel, pero los demás no. Entonces ignoras cómo te van a pillar. Es el trabajo más difícil de todos los que he hecho», sostenía refiriéndose a la época en la que condujo en TVE el espacio 'Esta noche', dirigida por Fernando García Tola. De vuelta a la actualidad, la protagonista de 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' reconocía que tiene tanto trabajo, «porque sirvo igual para un roto que para un descosido». Aunque hay algo que aprecia por encima de todo. «Hay una cosa que siento y es que la gente me ha cogido mucho cariño», admitió.
Gran parte de la serie que estrena la tuvo que rodar con la pandemia a cuestas. «Marca mucho grabar con Covid porque no puedo ver las caras de los chicos de mi equipo. Cuando un eléctrico se emociona… ¡Eso es oro molido! Y el hecho de no poder verles las caras es horrible. Este rodaje no lo olvidaré nunca», contaba. Y será imborrable por eso y por los madrugones que se pegaba. «Era lo peor. Me levantaba a las cuatro de la mañana porque venían a recogerme a las seis. Yo creo que la próxima vez que ruede voy a prohibir eso», bromeaba.
A sus 75 años, la artista ha aprendido a vivir sola. «Deberían enseñarnos a enfrentarnos a la soledad desde pequeños. Mi primer shock en ese sentido fue cuando me separé de mi marido, pero me duró una semana. Ahora tengo el vicio de vivir sola. Está mal decirlo, pero yo durante el confinamiento disfruté un montón», descubrió. Y apostilló que esa forma de vida no piensa cambiarla. «¿Novio? ¡Ni loca! He tenido una vida muy divertida y muy movida. Y ahora, ¿encontrarme con un señor viviendo en casa? ¡Ni hablar!», proclamaba muy sincera. Tampoco parece que tiene mucho tiempo para aburrirse, a tenor de la cantidad de proyectos que baraja. Tras 'Deudas', afronta ahora una gira teatral por Francia. «Estoy acojonada porque tengo que hacerlo en francés», decía sin perder nunca la sonrisa. Lo único que se la borra es la mala leche de los directores. «Me sienta fatal que me traten mal rodando. No soporto a la gente que grita, pero no solamente a mí, a todos», manifestó.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.