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Joseba Fiestras
Viernes, 19 de febrero 2021, 07:39
Se levanta a las cuatro de la mañana para hacer su programa en Onda Cero, pero el madrugón no impidió que Carlos Alsina 'trasnochara' en 'El Hormiguero'.«Trabajas más que la niñera de Irene Montero», ironizó Pablo Motos nada más comenzar la charla. ... Y el invitado sonrió pícaro e hizo un gesto de labios sellados. «Hay personas que son muy susceptibles a determinados comentarios, y si haces alguno que no les agrada, incluso en tono de broma, te vetan», avisó el locutor que sostiene que uno de los problemas del periodismo actual es la autocensura. «El señalamiento siempre ha existido, identifican a los periodistas que entienden que son incómodos. Pero antes ocurría en un ámbito privado, no se exhibía públicamente. La novedad es que ahora hay una parte del Gobierno que quiere que lo sepamos y organiza campañas de hostigamiento», argumentó Alsina.
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El nombre de Pablo Iglesias salió a relucir y el entrevistado opinó: «No creo que se la haya ido la olla, es muy coherente con su trayectoria. Él aspira a poder decidir desde el poder si yo debo de estar en este programa esta noche o no, Y se encuentra una resistencia por nuestra parte. No es nuevo, pero es preocupante. Además es una distorsión de la realidad. El vicepresidente del Gobierno no puede decir que las empresas de comunicación tienen más poder que él. Él ha llegado donde está con el mismo poder mediático que ahora tanto le irrita».
Los posibles conflictos entre Unidas Podemos y PSOE también aliñaron la conversación. «Entiendo que Iglesias diga que no hay una democracia plena, lo ha dicho siempre. Lo raro es que el presidente no se ocupe de desactivar esa intoxicación cuando la tiene sentada a su vera en el Consejo de Ministros. Es un poco difícil de entender, incluso para lo que nos tiene acostumbrados Pedro Sánchez que es una persona bastante dada a cambiar de criterio de un día para otro», opinó el comunicador que recordó la última vez que disertó con el máximo dirigente español. «Esa entrevista en la que nos contó lo que nunca haría, que es lo que ha hecho después, y lo que iba a hacer, que no ha hecho. Bueno, casi todo, voy a ser justo», criticó.
Para que el Gobierno no acaparase la conversación, el dúo también tocó a la oposición. «El PP pierde en Cataluña y le echa la culpa a un edificio, ¿cómo se come esto?», cuestionó el presentador. «Pablo Casado lo tiene difícil. Haga lo que haga, alguien de su partido le va a decir que está mal. Y probablemente el electorado, también. Su principal problema es la herencia que ha recibido, una herencia de la que él forma parte porque estaba en el mismo equipo. Lo grave no es solo haberse financiado irregularmente, sino la forma en que reaccionaron cuando se empezó a saber eso. El empeño de Rajoy era entorpecer el esclarecimiento de todo aquello. Y eso pasa factura ahora. Bueno… no haberte pedido presidente del PP», dijo con sorna.
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