El piloto Joan Mir charla con Pablo Motos en 'El Hormiguero'. Atresmedia

Los calzoncillos, parte del éxito de Joan Mir

El Campeón del Mundo de Moto GP acudió a 'El Hormiguero', donde desveló anécdotas sobre su carrera y comentó la lesión de Marc Márquez

Jueves, 26 de noviembre 2020, 03:07

Joan Mir se proclamó campeón mundial de Moto GP en Valencia a falta de una carrera para completar el campeonato. En su segundo año en la categoría reina del motociclismo, el piloto del Team Suzuki Ecstar ha llevado al equipo japonés de nuevo a un título mundial, después de veinte años de sequía. Con solo 23 años, Mir ya es bicampeón mundial, ya que en 2017 fue campeón del Mundo de Moto 2, y de sus experiencias sobre dos ruedas charló largo y tendido en 'El Hormiguero'. «No teníamos expectativas de ganar, pero nos encontramos con que se puso bien la cosa y había que aprovecharlo», contaba sobre su ascenso al podio en un año extraño por la pandemia. «Yo no me creía que si dabas positivo te sacaban de la competición hasta que le pasó a Valentino Rossi. Si a él le dejan fuera, a nosotros seguro que también», rememoraba.

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Mir se hizo con el trofeo mundial, aunque tuvo que lucharlo hasta el final. «Tuve muchos sustos. Es que normalmente la carrera que tiene que ir bien, es la que más te hace sufrir. En la última me jugué el tipo. En la curva cuatro casi me caigo. La salve por los pelos», reconocía aliviado el joven. Y a los que opinan que su éxito de este año se debe a que Marc Márquez se lesionó, contesta: «Eso es parte del juego. El talento de Marc es indiscutible, ha sido el más competitivo estos ochos años y le tengo un respeto increíble, pero este curso ha fallado y eso es humano. Está el factor caída y lesión, y hay que saber gestionar esas cosas. No creo que por eso haya que quitarle mérito al ganador».

Sencillo y cercano, el mallorquín apela a la modestia en su oficio. «La humildad es una ventaja en el deporte porque si te crees más que los demás te puedes confiar, igual ya no entrenas igual y el resto acaba pasándote por encima», explicó. Y a pesar de lo que le gusta su disciplina, si tuviera un hijo preferiría que no fuera piloto. «Es que lo he pasado muy mal en algunos momentos, al principio de mi carrera. Entiendo que mis padres sufren mucho», valoró. Hasta hace muy poco contaba con un amuleto especial a la hora de salir a correr. «Llevé los mismos calzoncillos de la suerte durante cuatro años. Bueno, en realidad solo los usaba el día de la carrera, pero sí es cierto que la goma estaba ya un poco cedida», bromeaba. La mala fortuna que le acompañó el año pasado hizo que jubilara la prenda y ahora lleva bóxers negros diferentes cada vez.

El buen rollo que envolvió la charla hizo que el campeón confesara algunas anécdotas de su vida personal. En Texas le ocurrió algo divertido. «Me fui a disparar a una galería de tiro con mi novia y ella era la primera vez que cogía un arma. El casquillo de una bala se le metió en el escote y le quemaba, así que empezó a revolverse apuntando a todo el mundo», evocaba sonriente. Unos que practicaban cerca la sujetaron y acabaron echándoles a los dos del recinto. Mir también desveló que le encantan las bromas y suele gastárselas a su colega Tito Rabat. «En mitad de un entrenamiento, empezaron a dispararme con pistolas de paintball y, ya en el hotel, le tiré su maleta por la ventana», comentaba jocoso.

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