El cabreo mayúsculo de Agatha Ruiz de la Prada en 'El desafío'

«Soy súper fan de la película porque tuve uno de los momentos más románticos de mi vida cuando fui a verla», avanzó al enterarse de lo que tenía que hacer. Y tras los primeros ensayos pronosticó: «Es posible que haga el ridículo, pero me da igual todo». Y no, a tenor de su reacción parecía que sí le importaba la opinión ajena. Agatha no se sabía la canción. «Es el peor playback que he visto en mi vida», afirmó Santiago Segura, aunque luego suavizó sus palabras: «Lo he disfrutado desde el punto de vista cómico, me ha parecido como una niña a la que empujan a la función del cole sin haber ensayado nada. Esa languidez y esa ingenuidad…». Tamara Falcó evitó choques lanzando balones fuera. «Si te lo has pasado bien, adelante», animó. Pero Juan del Val quiso ser más objetivo. «Me encanta que seáis tan buenas personas, pero estamos valorando lo que ha pasado y no podemos engañar a la audiencia. No podemos decir que ha estado bien porque ha sido todo lo contrario», calificó.

La cara de la modista era un poema. «¡Es que ni siquiera te sabías la letra! Ha sido francamente mejorable», continuó el escritor. De la Prada optó por retirarse a su asiento muy seria y aguardó al final del concurso. A la hora de votar, tan solo logró cuatro puntos, la mínima puntuación, y ahí tiró de ironía: «Ya lo siento, yo lo que intentaba era 'Aghatizar' el asunto, miraba hacia la estética global que, desgraciadamente, a Juan no le ha gustado. Eso quiere decir que tampoco le gusta mi ropa». El jurado se defendió pidiendo que no tergiversara sus palabras. «No interpretes lo que yo digo», avisó. Pero ella se dio la media vuelta sin apreciar que Del Val le tendía la mano. «Tu ropa me encanta y tú, también», ponderó. Pero la amistad, si es que la hubo, ya estaba rota.

Todo podía haberse quedado en un malentendido, una parte del show, de no ser porque Agatha parece que lleva dentro el rencor. En una entrevista radiofónica llamó «cretino» a Juan Del Val, afirmando que había actuado «sin gracia y siendo desagradable». Él prefirió alentar al público a que viese el espacio y valorasen. «Todo pasó porque mi representante me dijo que fuera al programa, que era blanco y pagaban bien. Prefiero ir a programas negros que a programas blancos así», dijo la original artista. Pues la semana que viene le toca tratar de reconocer cincuenta aves distintas por su canto. A ver qué pasa y, sobre todo, a ver qué opina el tribunal.