El cabreo impresionante de Anabel Pantoja, que decide abandonar 'Sálvame'

Apoyada en el quicio, no de la mancebía, si no de una ventana anónima de los alrededores de Mediaset aguardaba Anabel. El presentador se acercó pausado y le advirtió: «¿Sabes que va a ser una tarde complicada, no?». Lo que no esperaba era la tajante respuesta. «Sí, y va a ser la última», replicó segura. La colaboradora anunciaba que dejaba, otra vez, el programa. «Esos pensamientos tienes que sacarlos de la cabeza. En caliente, no», reflexionaba Vázquez. Pero la 'sobrinísima' estaba convencida de su decisión. «No he podido ser más honesta y más sincera, y como creo que no voy a poder soportar esto, es mejor que lo deje», aseveraba.

Mientras el cabreo iba cogiendo tono, el espacio anunciaba: «Anabel podría estar tonteando con un policía local de Canarias». El letrero enervaba aún más a la aludida. «No voy a venir aquí a justificarme toda la puta vida, a decir si estoy con uno o con otro», argumentaba. Jorge Javier apaciguaba. «Tienes que dejar que esto se estabilice», aconsejaba.

Pero la causa ya estaba perdida. «No me interesa estar aquí por mi salud mental. Me fui mal y he vuelto para intentarlo de nuevo, pero me está superando. Y la gente que me quiere sufre. Y estoy hasta el mismísimo de que llame uno y se cuente lo que dice. Puse unos límites y se han superado, prefiero irme a mi casa», alegaba. Al parecer, Anabel tiene muy claro que ya no pinta nada en 'Sálvame'. «Lo tengo decidido, no me compensa. Os echaba un montón de menos, pero no», zanjaba.

El comunicador, sin excesivo interés, trataba de calmar a su invitada. «Pero, ¿a ti no te parece lógico que se hable de ti?», cuestionaba Vázquez. Y recibió otro 'zasca' importante. «Tú eres muchísimo más conocido que yo y no se habla de tu vida privada». La respuesta sonó como una bofetada. Jorge Javier optó por regresar a plató. «Anabel está como una moto», opinaba. Y remataba: «Si todo se confirma y se va, habrá batido otro récord. Se separa a los cuatro meses y abandona el programa tres días después de reaparecer en él». A irónico no le gana nadie.