Cabreo de Chenoa en 'El Hormiguero': «Hablamos fuera, se acabó nuestra relación»

«Disculpa, ¿me ha dicho idiota?», cuestionaba Chenoa mordaz. Pablo Motos calmó las aguas. «Pero era por hacer la rima», tranquilizaba el presentador. La hormiga seguía con la chanza. «Hematoma cerebral», lanzaba aludiendo al título que le habían puesto a la prueba. La cantante se enfrentó al muñeco. «A mí no te me encares, ¡eh! Que soy platino», advertía señalando a la silla que la coronaba como una de las invitadas que más veces ha acudido al espacio. «Chenoa, tronca…», trataba de apaciguar Barrancas. La aludida zanjó la historia. «Hablamos fuera, se acabó nuestra relación», irónica. 

El cuarteto invitado desgranó su paso por 'El Desafío' y comentó cómo fue su relación durante el formato. «Al principio no me caía bien Pablo. Cuando lo conocí, dije que no me entraba. Había una cosa de energía. Clara, mi chica, me decía que era una ameba. Y es verdad que, al principio, si no le conoces, tiene tanta timidez que cuesta, pero a los dos segundos encaja. Todo el que lo conoce sabe que tiene el corazón muy grande este pollo», confesaba Lastra señalando a Castellano. El marido de María Pombo aceptaba la opinión de su compañero con una sonrisa y le tendía la mano. Pablo repasaba sus retos y se centraba en el récord que logró en la prueba de la apnea, en la que aguantó casi cuatro minutos bajo el agua. «No recordaba que había salido tan mal. En la tele se ve mucho más dramático de como yo lo sentí. Lo sufrí bastante, pero salí sin aire, muy al límite. Estaba al borde de la muerte», recordaba. Otro momento destacado de Castellano fue cuando tocó la batería con los Burning. «Hay una historia muy emotiva detrás. Mi padre, muy en los inicios de la banda, empezó tocando la batería con ellos y compartió piso con los músicos mientras estudiaba. Y, justo cuando yo toqué con ellos, hacía cuarenta años que mi padre le dedicó esa misma canción a mi madre. Ese fue el primer día que lloré en el programa», afirmaba.

Si algo caracteriza 'El Desafío' es la exigencia de sus retos. Son tan severas que algunos incluso se lesionan, como le pasó a Lastra. «Es verdad que nos cuidan, pero somos muy cabezotas», se disculpaba el actor argumentando que le pidieron que no hiciera uno de los ejercicios, pero él pensó que podía hacerlo y lo hizo. Marta Díaz, sin embargo, hizo hincapié en el lenguaje que utilizó cuando se enfadaba. «Me han criticado un poco por las palabrotas que he dicho, pero es que, en ese momento en el que te frustras, te enfadas, lloras… Es como que te sale de dentro. Y esa rabia la expulsas así. Yo pido perdón. Te vuelves muy loco. Había veces que pensaba que me tenía que callar porque las barbaridades que estaban saliendo de mi boca no se podían decir en la tele», lamentaba.