«Es un buen momento para meternos con todo el mundo»

- El cine español está plagado de artistas vascas con papeles galardonados: su caso, Elena Irureta, Ane Gabarain o Patricia López Arnaiz, entre otras. ¿Es el momento de las actrices vascas?

- Parece que estamos de moda. He coincidido mucho con Ane fuera de Euskadi y nos dicen que tenemos capacidad de trabajo y, sobre todo, responsabilidad. También es verdad que ahora hay muchísimos escaparates para mostrarnos. El cine vasco está en auge y nos viene muy bien el beneficio fiscal para las productoras audiovisuales, algo que hace que se trasladen muchos rodajes a Bilbao y que tiran de actores y actrices locales.

- Muchas son conocidas aquí por su vis cómica, pero triunfan en Madrid con papeles dramáticos.

- ¡Menos mal! Estoy superagradecida por mi carrera, pero casi siempre he hecho comedia. Por eso cojo con tanto cariño estos proyectos que me permiten investigar y mostrar personajes con otra carga emocional y más drama. También es cierto que en Madrid no tienen ese prejuicio de llamarte solo para comedia y te ven la posibilidad de enseñar facetas diferentes.

- ¿Cómo reaccionó ante la llamada para volver a 'Vaya semanita'?

- Creía que la cadena no quería retomar un producto tan repetido ya, pero ha habido un cambio de chip y pensaron que podría ser bueno recuperar los programas que han dado visibilidad a la cadena. Me hizo muchísima ilusión aunque es agotador. El ritmo es inimaginable y cambiamos constantemente de personaje. Me encantó la oportunidad de reunirme con mis compañeros y volver a poner en valor algo tan importante en aquella época. Dije que sí por pura pasión.

- ¿A qué atribuye este 'revival'? ¿Faltan ideas o es la baza segura?

- Yo tengo mi propia opinión. Quizás estoy equivocadísima pero están cambiando tanto las cosas, la manera de consumir televisión, de comunicarnos, que, en ese afán por encontrar referencias siempre aparece la nostalgia y aquello que estaba tan bien. Entonces, nos animamos a recuperarlo.

- Pero han desaparecido los programas específicos de humor.

- Es verdad. Creo que estamos cogiendo miedo a la hora de expresarnos. Cuando me dijeron que volvíamos pensé que era buen momento para acabar con eso y volver a ser transgresores, políticamente incorrectos, para meternos con todo el mundo y romper ese miedo a mostrar el humor. Debemos recuperar la autocrítica y la capacidad de reírnos de nosotros mismos porque si no, mal vamos.

- En un sketch su personaje hablaba con un médico tartamudo. ¿Sería posible hoy o se le echarían encima todas las asociaciones de afectados por el trastorno?

- Ahora todo el mundo se te echaría encima si te ríes de un gordo, de un bajo o de un alto. No digo que volvamos a los chistes de Arévalo, pero si a reírnos de nuestras cosas porque todos tenemos algo con lo que se puede hacer comedia.

- 'Vaya semanita' estaba muy vinculado a una situación social y política coyuntural. ¿La nueva temporada también está ligada a la actualidad?

- Ese es el problema que yo veía cuando empezamos. Ha sido fundamentalmente un programa político donde se ha dado caña a todos los políticos. Ahora la cosa está más tranquila, pero no hay por dónde agarrar el panorama. Antes, por una cuestión de ideologías, y, ahora, por despropósitos. Siempre hay posibilidad de mofa.

- Dicen que, con excepción de El Padrino, las segundas partes nunca fueron buenas.

- Sé que no va a ser lo mismo, el momento es diferente. Será otra cosa, pero con el mismo espíritu. Euskadi ya tiene un sello en el humor y hay que mantenerlo.

- ¿Rompió nuestra imagen en el exterior?

- El humor vasco no se había exportado y fue el momento. Un año antes no hubiera sido posible porque había demasiado dolor. Cuando se hizo estábamos todos deseando destensar, relajar posturas y salir de esa ola de tristeza. Por eso funcionó tan bien y demostró que los vascos tienen su gracia.

- ¿Qué personajes permanecen?

- Llevamos grabando poco tiempo y los sketches llegan cada día. Hemos hecho un popurrí de épocas. Vamos muy pegados a la actualidad. Sé que vuelven Javier Antón y Diego Pérez, el Jonan de Baraka y el Txori, y también Andoni Agirregomezkorta.

- Es un ritmo singular.

- No he visto esto en mi vida, es como hacer un máster. Los sketches están vivos, se corrigen al momento, todo es muy inmediato. Los guiones son escritos de un día para otro y pueden cambiar.

- ¿No padecen cierto vértigo? Porque el público les va a pedir irreverencia.

Fui consciente de eso cuando nos presentamos en el FesTVal e hicimos una gala con sketches en primicia. Pensé, uff, no sé si la gente va a cogerlos como antes. Se tiene un recuerdo de mucho nivel y ahora hay haters por todos lados y el feedback te va a llegar. Inevitablemente habrá críticas, pero la tele es así. ¿Qué es lo peor que puede suceder? Que no guste y nos digan hasta luego, Maricarmen. Así es nuestra vida, empezar proyectos y despedirte de ellos aunque les tengas cariño. Hay que ser fiel a lo que uno quiere hacer y hacerlo con rigurosidad, honestidad, cariño y respeto, no hay otra.