Las bromas más surrealistas de Julián López y el tatuaje de Miren Ibarguren en honor a Bertín Osborne

López bromeó al afirmar que él mismo rueda las escenas de acción, aunque en realidad procura que hasta los golpes más suaves los den con disimulo. «Le tenía que arrojar comida a la cara y él me decía que lo hiciera suave, pero el director insistía en que debía de ser enérgico. Así que le di fuerte y se marchó enfadado. Al rato volvió con un moratón protestando porque le había hecho daño. ¡Y resulta que había ido a la caravana de maquillaje a que se lo pintaran!», desvelaba la actriz mientras él asentía divertido. «Soy un poco diva, sí», aseguraba guasón. Y es que el espíritu burlón del intérprete le llevaba a cometer alguna que otra locura. Al principio de la película tiene que encarnar a un agente de la ley y aquello supuso una tentación ineludible. «Verme vestido de policía era muy goloso, así que en los tiempos muertos salía a la calle y vacilaba a la gente», desvelaba.

La pareja invitada descubrió que tienen aficiones comunes, como la de ver vídeos de gatos por internet. «Son seres excepcionales y hacen cosas muy guays», sostenía Ibarguren asegurando que se envían unos quince vídeos de los animales al día. «A mí los gatos me inspiran para la comedia», explicaba López entusiasmado. La actriz vasca tiene otra afición más exclusiva: Nicolas Cage. «Me he gastado un dineral en merchandising suyo», confirmaba. Lo último que ha adquirido sorprendió al personal. «Ahora he comprado unos chándales que tienen impresa su cara por todos los lados. Y salgo con ellos a la calle, pero no llamo demasiado la atención porque camino rapidito», manifestaba provocando carcajadas.

La donostiarra celebra fiestas de cumpleaños temáticas -la última estaba dedicada al diente de leche y regaló dentaduras postizas a todos sus invitados- y se hizo un tatuaje que pone 'buenas noches, señora'. «Por la canción de Bertín Osborne», descubrió. Julián tampoco le hace ascos a hobbies raros. El cómico reveló que una de las cosas que más le gustan es que le acaricien los pelos de la cara. «Me paso horas en maquillaje por eso», sostuvo con el salero que le caracteriza.