Bertín Osborne recuerda su momento vergonzoso con Julia Roberts

Osborne acudía al programa para presentar su nuevo disco, 'Cuarenta años son pocos', álbum que ha compuesto durante la pandemia. «Antes componía en los aviones, pero como llevo dos años sin ir a América, ahora lo hago en casa. Y son horas de curro», matizaba el artista que comparte los escenarios con su faceta empresarial. «Participo en algunas empresas importantes. Tengo una bodega en Rioja que es del siglo XIX y hay unos calados de piedra debajo de la montaña que te caes de culo», contaba. Y hablando de vinos, reprochó a su anfitrión que le pusiera agua en la taza. Rápidamente, Motos cambió el contenido para satisfacer al invitado. Lo que no se esperaba era la reacción de Bertín al sorber del recipiente. «Vaya castaña de vino me has puesto, esto se lo dan a los presos para que canten», criticó. El comunicador torció el gesto y le mostró que lo que le habían servido un Vega Sicilia. «Pues será la taza que tiene sabor acumulado», defendió Osborne.

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Otra de las facetas de Bertín, quizá menos conocida por estos lares, es la de actor. El cantante participó hace años en una telenovela mexicana. «No había visto una en mi vida, pero estaba tieso y nos pagaban un pastón. Lo que yo no sabía es que duraban tanto. A los tres meses le dije al director a ver si me podía matar, y me despeñaron con un coche por un acantilado», descubría entre risas afirmando que no se esforzaba demasiado en su papel: «No me leía el guión. Me lo chivaban todo con un tubito que te metían entre el pelo y te lo pegaban con cinta aislante. Lo malo era que no podía mover el cuello y parecía que estaba alicatado todo el tiempo. Era un caos porque me inventaba frases y les hacía reír a todos».

Bertín confesó ser un amante del orden, llegando casi a la obsesión. «Pasar la fregona es un arte», proclamaba agarrando una y pasándola por el plató. Entre los muchos programas en los que ha trabajado, el artista recordaba con cierto desdén uno. «Cuando hice 'Scavergers' (un concurso de lo más surrealista que nació y murió en 1994), me vestían de astronauta en un plató gigante de Inglaterra. Me ponían un casco horroroso forrado de goma y me daban una pistola de madera con la que yo apuntaba y luego, en postproducción, le ponían el rayo láser. Lo malo era que compartíamos comedor con el resto de rodajes y estaba Julia Roberts. ¡Qué vergüenza! Me miraban y me señalaban con el dedo», rememoraba entre risas antes de finalizar su intervención en 'El Hormiguero'.