A través de un plasma, pero con la misma energía que derrocharían en plató. Así entrevistó Pablo Motos a Ben Stiller y Adam Scott, director y protagonista de la serie 'Separación'. «Es una comedia laboral con algo raro. La historia de un tío que trabaja ... en una empresa donde te implantan voluntariamente un chip en la cabeza que hace que mientras estás en el trabajo se te olvide tu vida personal y cuando sales se te olvida todo lo relacionado con el trabajo», definían. Y hablando de memoria, Stiller reflexionó: «Algunos recuerdos es verdad que a lo mejor preferiría no tenerlos, sobre todo de algunas películas que no gustaron demasiado. Estaría bien poderte separar de ellos. Como actor es importante desconectar. Pero en este momento de mi vida tengo unos recuerdos muy valiosos porque me acuerdo de tan pocas cosas… Según te haces mayor se te empieza a olvidar todo. Así que lo que recuerdo me parece bien».
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Scott, que se ha hecho muy popular gracias a la ficción de Apple TV, analizaba este hecho. «He tardado tantísimo tiempo en llegar a ser famoso que me costaría renunciar a ello porque lo agradezco mucho. Cuando me empezaron a conocer llegué a pensar que tenía algo raro en la cara porque la gente me miraba mucho», desvelaba. El prestigio suma, aunque a veces pesa. «En algún momento estaría bien ser anónimo, pero tampoco tengo una vida muy maltratada por la fama», afirmaba.
Scott trabajó en una hamburguesería antes de tocar el cielo de Hollywood. «Nos hacían bailar cuando sonaba una canción y no duré mucho ahí, solo un día. Tuve que dejarlo inmediatamente», ironizaba. Stiller descubrió que él también empezó en Los Ángeles como camarero. «Recogía toda la chatarrería en un restaurante y me despidieron antes de que lo pudiera dejar yo. Seguramente fue porque, cuando limpiaba las mesas, me interesaba mucho escuchar las conversaciones de la gente que estaba sentada. Es que allí iban muchos famosos y yo me acercaba una y otra vez con excusas a escuchar lo que decían», explicaba.
El cómico protagonista de películas como 'Zoolander' o 'Noche en el museo' confesaba ser un gran fan de Rafa Nadal. «Lo que hizo en el Open de Australia fue alucinante», elogiaba. Y tiene una anécdota con el tenista español que no se privó de contar. «Me llamó hace ya casi diez años para que hiciésemos una pequeña exhibición. Jugué un partido contra él y no fue bien. No salí muy bien parado. Desde entonces he dado un montón de clases de tenis para prepararme para la próxima», bromeaba.
Stiller se ha curtido haciendo todo tipo de comedias, aunque lleva alejado de las cámaras un tiempo. «No sé si volveré a hacer comedia. Me encanta hacerla y actuar, y no me he jubilado como actor, simplemente llevo años sin encontrar un proyecto que me apetezca interpretar», comentaba. Ahora se encuentra cómodo en su faceta de director y buena prueba de ello es la serie que le ha llevado a 'El Hormiguero'.
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