Bárbara Rey recuerda los «malos tratos» que le dio Ángel Cristo

«Todo el mundo habla de mí, pero nadie me conoce. Ha habido un interés en ofrecer una imagen frívola de mí, que soy una devora hombres, y no es así». Así arrancaba Bárbara Rey su charla íntima con Bertín Osborne. La vedette aseguraba que siempre se ha sentido un «ama de casa», por eso nunca se ha separado de sus hijos. Nacer en el seno de una humilde familia de Totana le curtió, pero no le impidió perseguir su sueño de ser artista. «Desde que tenía cuatro o cinco años siempre andaba por ahí cantando y bailando», revelaba.

Su verdadero nombre es María, aunque sus amigas le llaman 'Marita', y el público la reconoce como Bárbara Rey. «Me lo puso mi primer representante por Barbara Streisand y Fernando Rey», recordaba. Siendo adolescente intentó irse de casa, pero su padre la convenció para que esperara un tiempo, prometiéndole que él mismo la llevaría a Madrid cuando cumpliera los 18 años. Y así fue. En la capital dio sus primeros pasos como modelo, «aunque alguna vez tenía que dormir en la calle porque no tenía dinero», declaraba. Y evocaba una fiesta a la que fueron invitadas ella y una amiga. «Nos echaron cuando les dijimos que éramos vírgenes. Y mi amiga me dijo que teníamos que dejar de serlo para que no nos volvieran a echar», rememoraba con una sonrisa.

Con los hombres no ha tenido mucha suerte. «No sé cómo me las arreglo, pero a mí me dejan siempre. Soy excesiva, creo. No, en serio, creo que es porque soy demasiado buena», argumentaba. Y Bertín se interesaba entonces por su matrimonio. «Conocí a Ángel (Cristo) en el Teatro Lido. Yo actuaba y él estaba sentado en primera fila. Parecía un cuervo, todo de negro. Quiso que nos presentaran y así empezó la historia», contaba. La actriz se enamoró «totalmente» del domador de leones y se casaron, pero antes él le dijo que debía dejar su profesión y dedicarse al circo. Ella accedió. «Trabajar con las elefantas fue tremendo al principio, luego fui conociéndolas y veía que me querían. Les encantaba que les rascara la lengua», afirmaba.

«¿Por qué os separasteis?», preguntaba el presentador. «Por los malos tratos», respondía ella tajante. Y detallaba: «Fueron desde el principio, y eso lo mata todo. Eran físicos y psicológicos. Él tenía muy mal carácter. Cuando le conocí ya bebía, pero luego se incrementó por las drogas», detallaba. Adicto y violento, Cristo acabó influyendo negativamente en su hija Sofía. «Ella tuvo una compenetración muy grande con él por el consumo. Ángel decía que le daba droga a su hija, que tenía quince años, porque la que él le daba era mejor que la que ella podría encontrar por ahí. Se hicieron cómplices. Y nadie le decía nada», exponía Bárbara ante un impresionado Bertín.

Su hija, que también participó en el programa, está totalmente recuperada. «Está maravillosa ahora y además ayuda a la juventud», comentaba su madre orgullosa. Y salía a relucir otro de los 'affaires' de la artista; Bigote Arrocet. «Pudo ser, pero él no quiso», decía Bárbara sobre una posible relación con el cómico. Su hija era más tajante: «A mí me caía genial, pero no me ha gustado cómo se ha comportado luego. Creo que no ha jugado limpio», acusaba.

• Temas
• Jóvenes
• Televisión
• Ángel Cristo Dordid
• Bárbara Rey
• Bertín Osborne