«No me avergüenzo de mi madre», afirma Rocío Flores en 'Supervivientes'

«No eres más que nadie ni aquí ni fuera, vamos a verte la segunda cara», comenzaba hostigando Avilés. Y su contrincante hacía oídos sordos visiblemente indignada. «Lo que tienes que contar es la verdad de tu vida y lo que pasó el día de marras, porque llevas mintiendo desde los 18 años», reprochó él. «No tires por ahí, eres la persona con más maldad de esta isla», censuró Rocío tratando de encauzar la bronca. Pero no lo logró. «Yo no llevo engañando a la gente desde que salí en la tele como has hecho tú, cuenta lo que tienes que contar que a lo mejor te avergüenzas», insistió el muchacho. Y ella zanjó el tema. «Yo no me avergüenzo de nada. Ni de mi padre ni de mi madre», explotó. En el estudio, su progenitor capeaba como podía el temporal. Primero lanzando balones fuera y, tras una interpelación de Nagore Robles, Antonio David habló lo justo. «Esto fue una historia que ocurrió entre su madre y ella cuando era menor de edad, tenía solo 15 años. Poco hay que discutir sobre eso porque está en manos del abogado», explicó. Y así quedó la cosa.

Para colmo, en la prueba de recompensa Rocío volvió a ser protagonista. Sin pretenderlo, tocó una pelota que debía recorrer un complejo laberinto rompiendo las normas, acto que hizo que su grupo perdiera el juego y el correspondiente premio. Ana María Aldón e Ivana Icardi lloraban sin consuelo al ver cómo sus rivales degustaban unas natillas con bizcocho. Y por lo demás, Ana María se emocionó notablemente al conversar telemáticamente con Ortega Cano. «Me quiero casar otra vez contigo», brindó la diseñadora entre lágrimas. Y el torero respondió con un sonoro «oleeee» y aseguró que lo harían pronto. ¡Ah! y Barranco se ha salvado de las nominaciones al ser el concursante preferido por la audiencia.