Asier Valdestilla, el vitoriano de la familia Alcántara

Locuaz, con un tono de voz en el que se nota la ilusión de las primeras veces, el joven vitoriano terminó la semana pasada el rodaje en Madrid. Han sido más de veinte jornadas –de nueve o diez horas, «duras, pero en las que lo paso muy bien»–. Unos viajes de ida y vuelta que compaginaba con sus estudios en segundo de bachillerato en el Instituto Ekialdea y la preparación de pruebas para entrar a la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, donde espera seguir formándose. «Esta última semana ha sido en la que más agarrado he estado y he tenido que ir a rogarle a tres profesores que me cambien los exámenes. Les estoy muy agradecidos porque están siendo comprensivos». En clase, hay algún que otro vacile. «Imagínate siendo 'Cuéntame', hay comentarios chorras de todo tipo. Me lo tomo a risas y encima lo agradezco».

El personaje con el que debuta en televisión es un chaval que trae aires de modernidad tras haber estado de intercambio de estudios con una familia en Reino Unido. «Era muy serio, pero vuelve con las ideas mucho más claras después de haber estado en una ciudad como Manchester con una culturalidad que no había llegado a España en esa época, en 1993 y 1994, años en el que se ambienta esta temporada», cuenta acerca de Santi. Valdestilla se convierte en el segundo vasco de una de las familias españolas más reconocibles de la ficción. «Imanol Arias lo toma todo con humor, de manera muy cercana y me dijo 'hombre, el otro vasco de 'Cuéntame', ya quería un vasco por aquí», recuerda acerca de cómo le acogieron con los brazos abiertos. Ha estado muy atento a los consejos del reparto. «Imanol Arias tiene unas tablas tremendas y una técnica matemática en el sentido de que te puede explicar cómo estar triste como quien explica lo que es un círculo porque lo tiene muy incorporado. Grabé una escena con él de la que salí muy contento y él confirmó que tenía un nieto Alcántara. Tanto él como Pablo Rivero y el resto de actores son geniales».

Curiosamente, la afición por la actuación a Valdestilla comenzó casi por casualidad. Su madre le apuntó a clases de teatro con 6 años en la Escuela de Artes Escénicas de Álava para perder la timidez y en 2017 se apuntó a la Escuela de Teatro Ortzai. «Son dos escuelas referentes. El TAE tiene más que ver con juegos de interpretación, pero también da talleres muy interesantes de profesionalización, y con Iker Ortiz de Zárate estoy muy agradecido porque me ayudó muchísimo a prepararme el casting y saca unos alumnos de la leche», cuenta en referencia a nombres como Patricia López o Susana Abaitua. Además, recientemente ha debutado en la gran pantalla con 'Cinco lobitos', ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa y una de las favoritas para ganar el Festival de Cine de Málaga. «Es una participación pequeña. He visto el tráiler y tiene muy buena pinta. La directora va a llegar muy lejos».