Antonio Canales estalla en 'Supervivientes': «Soy un hombre que me visto por los pies, así que cuidado»

Con un sombrero de paja aparecía el bailarín en escena. Sonriente y dialogante, hasta que le pusieron las imágenes en las que cuestionaba su amistad con Olga en otros programas de la casa. ¡Boom! Explotó la bomba. Viéndose acorralado, el artista optó por atacar en lugar de defenderse. «Intentasteis poner a la audiencia de España en mi contra. La relación que yo tengo con esta gran señora y gran mujer, con Olga, es muy bonita y va a seguir así siempre, aunque yo conozca a Rocío (Carrasco) desde que era pequeña», empezó Canales fuera de sí.

Encolerizado, el experto en danza no supo esta vez bailar al son que le tocaba. «Me desgastasteis la audiencia y no lo voy a consentir. Yo soy un hombre que me visto por los pies, así que cuidado», amenazaba. Fue entonces cuando Jordi González reventó. «Pero ¿qué tonterías estás diciendo?», cuestionó visiblemente cabreado. Y pasó al contraataque: «Si crees que te hemos manipulado, denúncianos porque, si no, podría ser al revés, que te denunciemos nosotros a ti por bulo e infamia». Canales recogió cable. «No, yo no digo infamias. Yo digo que creo, no afirmo nada», reculó de forma un tanto surrealista. «Yo ya tengo muchas horas de vuelo», avisaba alzando el dedo como signo de advertencia.

«Uf, qué pereza», manifestaba el conductor del programa mostrando su hartazgo. Pero el artista siguió: «Sois vosotros los que manipuláis la información», volvió a cargar. «¿Quiénes son vosotros?», preguntó Jordi tratando de aclarar la situación. «Bueno, la gente del mundo este de la televisión», divagó el bailarín tirando balones fuera. González optó entonces por cambiar de tema y evitar más tensiones. «Pido disculpas», se escuchó decir a Canales de fondo. Y el debate siguió su curso sin mucha más chicha. Sí, Jordi también se vio obligado a explicar que el sistema de votaciones de la final se bloqueó, ante las insinuaciones de Gianmarco, Melyssa y Silvia Pantoja de que algo raro había sucedido. La sombra del tongo acechaba, pero ninguno se atrevió a criticar directamente a la organización del 'reality'. Lo dejaban caer y si el presentador apretaba, se iban por los cerros de Úbeda. Es que es muy jodido morder la mano que te da de comer.