«Han sido tiempos muy duros». Así arrancaba Antonio Banderas su charla con Pablo Motos. El actor acudía a 'El Hormiguero' junto a Manuel Bandera para presentar 'A chorus line', un musical que estrenará en breve en Madrid. El lamento se refería a ... la compañía que montó justo antes de comenzar la pandemia en Málaga. «Abrimos un proyecto propio precioso, estábamos a punto de estrenarlo en Broadway y cuando ya estaba todo preparado se nos vino el mundo encima. Pero no nos quejamos porque eso le ha pasado a mucha gente», precisaba. Pese a todo, la idea sigue viva, «queremos recuperarlo en Nueva York», avanzaba.
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Ahora toca Madrid y un montaje colosal con numerosos profesionales sobre las tablas. «Hicimos pruebas a 1.800 personas para elegir a cuarenta o cincuenta. Vimos a gente muy buena. El mundo del musical, por razones que desconozco, no tiene la apreciación que yo creo que debería tener. Son actores, cantantes, bailarines de primer nivel… y no suelen tener el reconocimiento que merecen», expresaba. «Contamos una audición donde hay un creador que va a hacer un espectáculo y necesita ocho bailarines. Y todos están deseando pillar ese trabajo», explicaba su compañero.
«Es un musical que cambió el paradigma del musical norteamericano. Aquí no se pone el foco en los protagonistas, sino en los que están detrás que son los que mantienen la tensión. Tienen vidas paralelas a la gente normal», descubría banderas ilusionado con el proyecto. Aunque para delirio, el de Manuel Bandera. «Me llamó mi representante y me dijo que Antonio quería verme. Fui a su teatro y me dijo a ver si me apetecía hacer 'A chorus line'. Me caí redondo al suelo. Llevo persiguiendo este musical desde 1985. Le dije que sí inmediatamente, sin saber la que se me venía encima», afirmaba.
Motos se interesó por saber si la coincidencia en el apellido, solo les separa una letra, ha provocado confusiones en el público. «A mí me han llamado Antonio mil veces y yo atiendo sin problema», certificó Manuel. Y Banderas también tenía su anécdota en este terreno: «A mí me llegaron a confundir con Lorenzo Lamas en un taxi en Nueva York. Y yo le firmé el autógrafo al taxista sin problema».
El protagonista de 'El Zorro' cambiará de látigo en breve. «Mi estado natural es el agotamiento y en breve me tengo que marchar para rodar Indiana Jones», desvelaba. El presentador le preguntó si había mucha diferencia entre una película de presupuesto normal y una superproducción como esa. «He rodado películas en tres semanas. Esta lleva rodándose desde julio y terminará en diciembre. Es un despliegue terrible, son producciones muy grandes. Es fantástico estar ahí, pero también es más impersonal. En las pequeñas estás más en contacto con los creadores, más en familia. En las otras te tienes que concentrar en lo que tienes que hacer y punto», ilustraba.
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