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Lunes, 12 de diciembre 2022, 08:42
Aunque Ortega Cano y Ana María Aldón firmaron su divorcio hace unas semanas, la pareja sigue dando que hablar. Ayer, Aldón acudió a su puesto de trabajo en el programa 'Fiesta' para ver los resultados de la hipnosis a la que se había sometido horas antes. Lo que no esperaba, era que aquello terminase en otro enfrentamiento con su exmarido.
El testimonio de Aldón fue sobrecogedor. Reveló que su familia la dejó de lado cuando dio a luz a su hija y que esta estuvo a punto de morir en el hospital a causa de un soplo en el corazón. El trauma de la protagonista se repetiría años después cuando nació José María, fruto de su relación con Ortega Cano. El diestro cumplía condena en Zaragoza por el homicidio imprudente de Carlos Parra y ella volvió a quedarse sola. Con la hipnosis volvió a contar lo que sufrió en aquella etapa y, al parecer, a Ortega Cano no le gustó lo que escuchaba por lo que decidió llamar al programa. Otro enfrentamiento de ambos en televisión.
«Yo en el embarazo y en el parto estuve muy acompañada, pero me volví a ver sola con otra criatura. Mi niño tenía un año cuando su padre estaba en Zaragoza», contaba Aldón. Y culpó a la familia del diestro de lo ocurrido: «Yo lo que recuerdo es que durante todo el embarazo fueron muy duros conmigo. No me conocían absolutamente de nada. Les tapaban la cara, les ponían un micrófono y hablaban lo más grande de mí», desvelaba.
En la pausa publicitaria, Ortega Cano llamó a Beatriz Cortázar para desmentir lo afirmado por su exmujer. «No está nada contento con las cosas que se han dicho. Con cómo ha descrito Ana María la soledad que vivió cuando estuvo en Zaragoza. Él y su familia no están nada conformes con lo que se ha descrito», apuntaba la periodista de 'Fiesta' en nombre del torero.
Aldón estalló y se puso a llorar. «Yo en ningún momento me he referido a nadie. Me he referido a que otra vez me veía sola, sin el padre y sin mi familia. Yo no puedo hablar. No tengo derecho a hablar, porque todo sienta mal. Después de todo el respeto que estoy teniendo, me estoy cansando mucho de no tener derecho a nada». Las lágrimas se transformaron en rabia, y Aldón miró fijamente a la cámara para dejar un mensaje a su exfamilia política: «¿Si yo me siento sola no tengo derecho a decirlo? Lo que no entiendo es porque cuando ha tenido que haber una reacción a otras palabras no la ha habido. Yo no tengo derecho a estar dolida con nada. Otros sí, pero yo no. Yo no estoy diciendo que los demás no hicieran nada, estoy diciendo lo que hice yo. Si yo tengo que solucionar algo es con mi marido, no con todo el mundo, como siempre».
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