La broma de 'Inocente inocente' a Ana Belén: «Si no me dio un infarto…»

La actriz y cantante cayó en una surrealista trama de espionaje ruso engañada por su hija Marina San José: «Le ha encantado que le tomemos el pelo»

Jueves, 29 de diciembre 2022, 01:37

«Me he coronado, tía». Así reaccionaba Ana Belén a la broma que 'Inocente inocente' le gastó con ayuda de su hija. Anne Igartiburu felicitaba a la cantante por su entereza a la hora de afrontar una historia de espías rusos que afectaba ... a Marina San José. La joven actriz había quedado con su madre en una cafetería antes de ir al teatro. Le había dicho que le iba a presentar a un amigo ruso que trabajaba en la embajada y al que había conocido hace meses. Pronto empezó el show. Marina fingía una conversación normal, mientras informaba a su madre por medio de apuntes en una libreta de que el CNI le había colocado un micrófono en la solapa.

Publicidad

La cara de Ana Belén era un poema. «No puedo hablar, tengo un micro», le escribía su hija justo antes de que el supuesto espía apareciera en escena. Tras confesarse fan de la intérprete, y aprovechando que su hija se había ausentado de la mesa, atacó. «¿Usted lleva un micrófono?», cuestionaba. La veterana cantante alucinaba. «Pero, ¿qué dices? ¿Por qué me dices esto a mí?», respondía Ana Belén impactada. La hija regresó y el agente ruso se retiró. «Este ser me ha preguntado si tengo un micrófono. ¡Me ha parecido acojonante!», le confesaba en voz baja y con gesto preocupado.

La guasa se enredaba cada vez más. Ana Belén quería irse y llevarse a su hija. Dos agentes de policía entraban en escena. «Me han dicho que aguante diez minutos más», informaba la joven. Y la de 'La Puerta de Alcalá' flipaba: «Pero, vamos a ver, ¿qué es esto? ¡Qué barbaridad!», exclamaba. Los agentes actuaban y se llevaban al ruso ante la atónita mirada de la víctima de la elaborada chanza. Su severa mirada de madre denotaba su desasosiego. Un ramo de flores indicaba que todo era un cuento. «¡No me lo puedo creer!», clamaba al percatarse del engaño. 

«Aquí está la más inocente del mundo», proclamaba Ana Belén consciente de que había sido víctima de una farsa. Igartiburu quería saber cómo lo había pasado. «Fue un momento tan terrible. Todo mi afán era, cómo estábamos en un sitio público, que no se notase nada. Si yo le veía el micrófono a mi hija y solo quería que se lo tapara», contaba entre risas. El trabajo llevaba tiempo pergeñándose. «Dos meses antes mi hija me había contado que había conocido a un chico ruso. Y yo le dije que tuviera cuidado porque en las embajadas había muchos espías», explicaba. Marina descubría que no se había enfadado nada. «Le ha encantado que le tomemos el pelo», afirmaba.

«¿Cómo iba a pensar yo que mi querida hija me iba a hacer eso?», argumentaba Ana Belén que reconocía que se había tragado la inocentada y hubo un momento en que incluso lo pasó mal. 2Si abrí un azucarillo y no sabía dónde lo había echado. Tenía que sujetarme la mano porque me temblaba. Si no me dio un infarto…», recordaba. Eso sí, cuando le revelaron la trama respiró. «Una vez que ya me dieron el ramo y me di cuenta de lo que estaba pasando fue tan divertido todo», confesaba. Lo curioso es que el responsable de la broma era Antonio Hernández, un cineasta al que la actriz conocía de sobra. «He trabajado mucho con él, y me decía que un día tenía que hacerme una broma. Yo le decía que eso iba a ser imposible porque nadie de mi entorno iba a colaborar. Y ya ves», zanjaba sin perder la sonrisa.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad