joseba fiestras
Sábado, 31 de marzo 2018, 09:59
Más de medio siglo en las ondas catalogan a Luis del Olmo como un maestro de la radio, y su trayectoria está repleta de momentos dulces y amargos. Ganador de 8 Premios Ondas, entre otros prestigiosos galardones, el locutor se acercó la hogar de Bertín ... Osborne para charlar abiertamente y repasar su carrera. «El sapo más gordo que me tuve que tragar fue por culpa de un restaurante en el que celebramos la retirada de un compañero y nos atendieron fatal», desvelaba el de El Bierzo recordando una triste anécdota motivada por la censura franquista. En el comedor les atendieron mal y el comunicador no dudó en denunciarlo al día siguiente ante el micrófono. Pero resulta que la propietaria del negocio era amiga íntima de la mujer de Franco y el director de la emisora le llamó al orden. «Tienes que ir al estudio y hacerle una entrevista a esta señora (la dueña del local). Este el es guión y no te salgas de él», ordenó el jefe. Del Olmo se negó, pero el directivo le advirtió de que si no lo hacía su vida en la radio estaba acabada. Así que tuvo que tragar saliva y ceñirse a lo escrito.
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Los momentos más amargos de su periplo radiofónico los vivió «por culpa de la banda criminal ETA que estaba empeñada en quitarme la vida», explicó. Cuando preguntó por qué querían matarle, le respondieron que porque cuando hablaba de ellos en su programa «les hacía mucho daño». El detonante fue el asesinato de José María Ryan, ingeniero jefe de la central nuclear de Lemóniz. «Se me fue la cabeza y llamé hijos de puta en directo a los asesinos. Y me llamó Jon Idígoras (dirigente de Herri Batasuna) y me puso verde en antena, diciéndome que estaba haciendo mucho daño a la sociedad vasca y que tarde o temprano me iba a arrepentir de ello», denunció. Al terminar el programa recibió una llamada del entonces Ministro de Interior, José Barrionuevo, que le informó de que iban a a asignarle escoltas tanto a él como a su familia. «Estuve decidido a marcharme de España, tenía ya una casa en Buenos Aires», desveló el presentador de ‘Protagonistas’, pero cambió de opinión y decidió quedarse.
El riesgo que corría a diario, cambiando de hotel cada semana que se trasladaba a Madrid por motivos de trabajo y viviendo acompañado continuamente por guardaespaldas, «no le hizo cambiar un ápice su oposición al terrorismo y, sin embargo, fue uno de los primeros que dijo que había que dialogar y fomentar la reconciliación», explicó Julia Otero en una pieza audiovisual que ilustró el formato.
El periodista Carlos Herrera y su hija, la modelo Rocío Crusset, se sumaron a la parte final del encuentro en ‘Mi casa es la tuya’ y el locutor de la COPE se confesó republicano ante una opinión del hijo de Luis Del Olmo, Quique, sobre los Reyes de España. «Si nuestro país empezara de cero y lo tuviésemos que inventar, yo no organizaría una monarquía, haría una república –confesó el almeriense-, pero nuestro país viene de muchos años atrás y la necesidad histórica ha condicionado el hecho de que necesitáramos una figura de estabilidad que no nos iba a dar un presidente de república partidista, fuera del signo que fuera. Hacía falta un paso más. Y ahora, una vez construido, prefiero seguir como estoy porque tengo en la jefatura del Estado a un individuo con cierta pericia, cierta formación, cierta elegancia y cierta conexión internacional, además de la sabiduría del padre, que ayuda mucho a establecer conexiones en un país tan particularmente convulso como este», reconoció Herrera.
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