Amaia y Alfred ‘vuelan’ hacia Eurovisión

El estreno sacudió las redes sociales y fue trending topic nacional en Twitter. El realizador Gus Carvallo es el director del formato, que bebe de piezas audiovisuales «de Led Zeppelin o Pink Floyd», apuntó Alfred, “y con influencias de ‘La la land’”, puntualizó su novia. Y todo finaliza con la pareja volando por los aires mientras cantan. Para lograr el efecto tuvieron que ponerse unos arneses que dejaron a la pamplonica «llena de moratones», confesó. Otro de los elementos utilizados en el filme es el giratutto, «una plataforma que daba vueltas mientras cantábamos», explicó Alfred, al que el invento sedujo notablemente. Su compañera, sin embargo, admitió que subirse a ella «me daba un poco de vergüenza».

El rodaje del corto fue intenso. «Desde las siete de la mañana hasta las ocho de la tarde», explicaron, dejando constancia de que aquel fue «un día de locos». Para desconectar, la pareja decidió irse al cine una vez acabada la filmación, «y en la sala todo el mundo se volvía al reconocernos», exclamaban. «Eso es algo con lo que tenéis que aprender a vivir», aleccionó Leal. La nieve es otro de los elementos estéticos del videoclip, copos falseados que no se lo pusieron fácil a Amaia y Alfred. «Se nos metían en la boca y en los ojos», se quejaban, «aunque al final nos lo pasamos muy bien», remataron. Lo cierto es que los arreglos a los que han sometido la canción han variado notablemente el resultado, ya no es la misma que escuchamos en las galas de ‘OT’. De hecho, estos cambios han motivado que el tema ascienda considerablemente en las casas de apuestas de Eurovisión, formando parte ya de ‘top five’. Coronarse en el certamen musical europeo sería una perfecta guinda para un pastel que lleva cocinándose desde finales del año pasado y del que millones de espectadores han sido testigos directos.