Alfombras rojas

Los hoteles, restaurantes y tiendas de la ciudad se benefician de las miles de personas que mueven los grandes festivales, que a estas alturas de la pandemia todavía no saben si este año podrán cumplir una edición más. Cannes, Venecia y San Sebastián ya han advertido de que no piensan celebrarse de manera virtual, esto es, proyectando sus películas en internet. Málaga, que tenía como fechas del 13 al 22 de marzo, trabaja para salvar los muebles la última semana de agosto. Su director, Juan Antonio Vigar, adelanta que primará la exhibición del cine sobre el evento social. Se centrará en la competición oficial y desaparecerán las actividades paralelas. Habrá que evitar aglomeraciones y las multitudinarias alfombras rojas de la capital andaluza serán sin público, tan solo con periodistas. El reto de «un festival amable y seguro» solo será posible si, además de los cines, ya están abiertos hoteles y locales de hostelería. El primer ministro francés, Édouard Philippe, dará a conocer a finales de mayo la fecha de reapertura de las salas en el país galo. Ha admitido que podrían volver a la actividad en verano. Crucemos los dedos.