'Akelarre' ignora las críticas y sigue apostando por la comedia

Joseba Fiestras

Viernes, 17 de febrero 2023, 07:29 | Actualizado 08:09h.

Comenta

Dicen los que saben que es mucho más fácil hacer llorar que hacer reír, aunque, actualmente, la ardua tarea del humor provoca más lamentos que un drama lacrimógeno. 'Akelarre' apuesta por la comedia desde el primer minuto, la chufla es su bandera. Y aquello acarrea críticas. Si el chiste no te gusta, evitas la sonrisa o cambias de canal, pero las redes sociales propician ahora el reproche colectivo. Peligro. Y a Valeria Ros le miran con lupa últimamente.

La nueva entrega del flamante formato estaba en el punto de mira, pero lejos de dar alas a los censores, el nuevo capítulo hizo oídos sordos y siguió esgrimiendo la gracia como estandarte. No hubo alusión directa a las reprobaciones recibidas. Su defensa es el salero y de él tiraron sin complejos. Para empezar, con Bob Pop como improvisado asesor. «No me gusta el nombre del programa, yo lo habría llamado 'Mujer vasca soltera busca'. Habría sido precioso», apuntaba el polifacético comunicador. La anfitriona no se arredró. «Me parece un título muy largo, igual con 'Mujer vasca' vale. Siempre busca porque nunca pilla», atizó. Con la corrección política que impera en el ambiente, igual la guasa vuelve a escocer.

El ganador del Goya al Actor Revelación, Telmo Irureta, irrumpió en escena. El artista tampoco tiene pelos en la lengua y no se cortó ni en su discurso cuando le dieron el premio. «Nosotros también existimos y nosotros también follamos», declaró reivindicando «un cine más inclusivo y con cuerpos de todo tipo». Y le pusieron la cita. Y volvieron a azuzar. Esta vez fue Pablo Ibarburu el que tiró de sorna. «¿Se refería a los vascos o a quién?», preguntaba con perspicacia. Irureta reía sincero. Él hace monólogos en los que habla de la discapacidad como si fuera un chollo. El enfrentamiento con la realidad caracteriza al humor. «Antes tenía un 92 por ciento de discapacidad y, ahora, un 95 por ciento. ¡He mejorado!», decía mordaz para, instantes después, rematar: «Lo que me funciona es el pito, es mi cinco por ciento bueno».

Con Dolores Redondo se habló de literatura, con Paul Urkijo y el equipo de 'Irati' se retrató el cine y Adriana Bilbao aportó flamenco y fútbol en el mismo paquete. Difícil hallar más variedad en un mismo formato. La nieta de Telmo Zarra, que honra al goleador en su espectáculo, taconeó con arte y animó a la presentadora a acompañarle en la danza. Valeria se lanzó sin miedo. ¿Se enfadarán en Andalucía? Al final, con Ana Goitia, cantaron 'Lau teilatu' en plan Shakira. Uno ya no sabe si esto también puede doler o solo es una broma ocurrente. No hace mucho se preguntaban en un programa si hoy podría hacerse '¡Vaya semanita!'. La comedia tuerce el gesto, incómoda pregunta. No es fácil reírse de uno mismo, pese a lo saludable que resulta. Lo que sí parece sencillo es organizar cazas de brujas. En cualquier caso, Valeria y compañía no pierden la sonrisa, y hacen bien.