Ainhoa Arteta, al borde del ataque de ansiedad en 'Masterchef Celebrity'

La cuenta atrás de Masterchef Celebrity ha comenzado y los aspirantes son conscientes de lo mucho que se juegan. Quedar a las puertas de la gran final es una faena y nadie quería probar la medicina, pero errores de última hora pueden propiciar el desastre. Celia Villalobos cayó la semana pasada y parece que su marcha no ha alterado los ánimos, más bien al contrario. Para empezar, los semifinalistas tenían que participar en una tensa subasta para alcanzar los platos adecuados y jugarse por ellos el tiempo de cocinado. Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez no se lo pusieron fácil. De relajar al personal se encargaron Los Chunguitos que impregnaron de buen humor los fogones. «Venimos todos con el pique de llegar a la final», anunciaba Nicolás Coronado. Y los que más destacaron fueron Ainhoa Arteta y Flo, siendo este último el mejor valorado.

La prueba de exteriores se desarrolló en La Alberca. El chef Carlos Hernández, del restaurante ConSentido, diseñó un menú de cuatro platos al que tenían que hacer frente los famosos para dar de comer a sesenta comensales. Flo capitaneó a Nicolás y Raquel Meroño, mientras Ainhoa lideraba a Josie y La Terre. Y empezaron bien, pero no contaban con que a medio camino los jueces ordenaron un cambio de cocinas que desestabilizó a los jefes. Flo se distrajo y le costó asumir el trasvase, y la soprano vasca se cabreó de lo lindo al afrontar el canje, tanto que llegó a darle un ataque de ansiedad. «La gente se cree que soy muy fuerte y puede decirme lo que le de la gana, pero tengo mucha sensibilidad», se lamentaba entre lágrimas. Con todo, sacó fuerzas de flaqueza y regresó al trabajo. «He tenido un momento de crisis y agobio, pero no puedo dejar que eso me pare», proclamó. Flo, sin embargo, se aturulló en exceso, tanto que Jordi le quitó el mandil de capitán y se lo puso a Raquel que estaba más centrada. «No era necesaria esta humillación», dijo el cómico con ironía.

«La cocina tiene que estar preparada para asumir cualquier tarea», informó Cruz refiriéndose al por qué del cambio. Y los expertos valoraron el esfuerzo que habían hecho Raquel y Ainhoa convirtiéndolas en las primeras finalistas de esta edición. «Jamás pensé que podía llegar hasta aquí», suspiró aliviada Meroño. La cantante tolosarra dedicó el triunfo a su madre muy emocionada. Superar el trance que había vivido ante los fogones la colocó en la final. La que peor se lo tomó fue La Terre que mostró su enfado al conocer que iba a la eliminación. «Me lo he currado como una bestia», reprochó con lágrimas en los ojos. «Te estás confundiendo», apreciaron los jueces. Y así la humorista partió rumbo al juego definitivo junto a Flo, Josie y Nicolás.

Los delantales negros tenían un reto de altura, con una caja misteriosa que escondía productos tan exóticos como solomillo de cocodrilo, carne de serpiente, edamame o raíz de loto. Para elaborar sus recetas debían usar diferentes técnicas y utensilios como la esferificación, la baja temperatura, el soplete o las pinzas. Los intérpretes Paz Vega y Félix Gómez se sumaron al desafío y el gran Martín Berasategui les aleccionó con mimo para que lo hiciesen lo mejor posible. Flo, Josie y Nicolás se salvaron de la quema y fue La Terre la que no atinó. «Es un sinsentido, no se puede comer», criticó Pepe antes de anunciar su expulsión. La cómica se fue emocionada y agradeciendo la bonita experiencia vivida a lo largo de estas semanas.