Abel Caballero reconoce su error con Pedro Sánchez: «Me equivoqué con él»

Sobre la reforma laboral también quiso opinar el alcalde vigués. «Va a durar décadas porque está pactada y los que la rechacen tendrán que explicar muy bien el por qué», afirmó. Y de ahí a la crisis eléctrica. «Lo que no puede pasar es que haya empresas que se estén enriqueciendo a costa de los elevadísimos precios de la electricidad que pagamos la gente del país. El sistema no funciona así», declaraba serio.

A lo largo de su extensa trayectoria, Caballero ha coincidió con varios nombres conocidos. «Mi relación con Jordi Pujol fue buena. A todo el mundo le decepcionó después», comentaba antes de hablar sobre el rey emérito. «Del rey Juan Carlos hay que diferenciar dos cosas: lo primero, su papel en la transición y en la consolidación democrática. Eso fue extraordinario. Lo que está pasando ahora es lamentable», aseguraba.

Desde hace unos años, el político gallego se ha hecho muy popular por sus muchas apariciones en los medios. «No me considero parte del 'show business', pero nosotros debemos coger los sentimientos de la ciudadanía e irlos encauzando. Y eso requiere de comunicación», argumentaba para luego precisar: «Lo mío fue un proceso natural de contacto con la gente. Es una forma de comunicar, pero si luego no hay sustancia no vale». Uno de sus vídeos virales le muestra hablando un inglés muy particular. «No tengamos timidez a la hora de hablar un idioma porque creemos que lo hacemos mal», arengó.

Con el que no comulga es con Alberto Núñez Feijoo. «Hay una desatención profunda de la Xunta a esta ciudad: intentó cerrar el aeropuerto, nos quitaron una caja de ahorros… La ciudad no lo quiere. Si el resultado de Vigo hubiera sido el resultado de Galicia, Feijoo no estaría gobernando», criticó. Gonzó le preguntó entonces si se atrevería a medirse con él en las urnas. «Atreverme sí, pero no lo voy a hacer. Soy alcalde de Vigo aquí acabaré mi vida política y personal», sostuvo. Eso sí, como edil, no tendría pega a la hora de oficiar su matrimonio. «Si se casa en Vigo, no tendría problema en casarle yo», ironizó explicando que no pregunta la ideología política de los novios a los que desposa.