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Urgente Grandes retenciones en Rontegi, La Avanzada y el Txorierri por un accidente entre dos vehículos

Natural y repentina o envenenado y asesinado. Sí, la muerte de Unamuno fue ya en su momento inmediato un recurso manipulable para el combate ideológico. Eliminado como conjetura para destacar su desafección de los fascistas o utilizado y capitalizado por los falangistas en su entierro ... para resaltar su adscripción al Movimiento. Triste final, en cualquier caso, para un intelectual que fue por encima de todo el emblema de la dignidad y la razón en medio de la barbarie y la sinrazón. Lo fue especialmente, sin duda, a partir del célebre episodio del 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, donde se produjo el histórico incidente con Millán Astray. La historia de aquellos días tuvo durante mucho tiempo un sesgo literario y heroico, quizás alejado de la constatación real y objetiva de lo que sucedió, aunque bien descriptivo del ambiente violento e intolerante del momento y sobre todo de la decepción progresiva de Unamuno con el régimen franquista, al que veía incapaz de humanizar y civilizar a sus adeptos.

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