
La vida privada del espía
John Le Carré ·
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John Le Carré ·
Se puede reconstruir su biografía a partir de las cartas que escribió a sus hijos, parejas, exparejas, políticos y otros autoresIñigo Linaje
Sábado, 25 de noviembre 2023, 00:01
Tú eres la única mujer. Este es el único lugar. Al final, tenemos que saber la única cosa. Nuestro año fue extraordinario, pero no lo ... despedimos adecuadamente; tanto esfuerzo, a tan alto coste, tanta recompensa». Estas son -probablemente- las últimas palabras que escribió John le Carré antes de morir. Jane Eustace las llevaba consigo, en forma de nota, dentro de la bolsa que utilizó para uno de los ingresos hospitalarios cuando falleció su marido, en diciembre de 2020. Ella moriría -también de cáncer- un año después, y el hijo del novelista británico, Tim Cornwell, falleció repentinamente en 2022. Tuvo tiempo de dejar ordenado y concluido un formidable trabajo, 'Un espía privado', que reúne las misivas que Le Carré escribió desde 1945 hasta 2020 y que ha publicado la editorial Planeta.
El libro no recoge todas las cartas que escribió, aunque sí una amplia selección de las mismas. El propio Tim Cornwell, editor literario del volumen, lo advierte en la introducción cuando afirma que se han omitido muchas de las misivas que Le Carré envió a sus amantes, que fueron numerosas. Esta revelación no resta atractivo al libro, ya que, además de a familiares, parejas y exparejas, hay material abundante dirigido a periodistas, escritores, cineastas y políticos que da una idea de la relevancia intelectual y literaria del autor.
Hijo de un padre maltratador y de una madre que lo abandonó a los cinco años, John le Carré (cuyo nombre real era David Cornwell) nació en 1931 y estudió en las universidades de Berna y Oxford. Trabajó varios años en esta última -básicamente para lograr una independencia económica y librarse de los escándalos que protagonizaba su padre, un estafador profesional- y fue espía de la agencia de la inteligencia británica M15 y M16 durante los años sesenta, una profesión que dará soporte argumental a muchas de sus novelas. De hecho, durante sus desplazamientos en tren para acudir al trabajo es cuando comienza a esbozar -hacia el año 1958- sus primeras narraciones. También una obra autobiográfica que publicará años después: 'Volar en círculos', unas memorias personales de sus años como espía.
El ascenso del escritor británico al Olimpo de las letras fue fulgurante. Tras publicar 'Llamada para el muerto' en 1961, su opera prima, en 1963 la archiconocida 'El espía que surgió del frío' le hará mundialmente famoso. Ya en aquel momento algunas de esas obras fueron llevadas al cine por directores de prestigio. De la misma forma, en 1974 la BBC compró los derechos de 'El topo', que llevaría como serie a televisión. En esta época, el escritor era padre de tres hijos y se había separado ya de su primera mujer, Alison Sharp. Todos estos hechos biográficos (el nacimiento de sus hijos, sus primeros libros publicados, la relación con sus amantes), vienen convenientemente detallados a lo largo del epistolario, que está dividido en veinticuatro apartados independientes bajo rótulos que aluden a obras del autor o a etapas determinadas de su vida.
Sin duda, este es uno de los grandes aciertos de 'Un espía privado', que, además, para facilitar una lectura cronológica y no dar lugar a equívocos, recoge breves fragmentos explicativos como preludio de algunas de las cartas. Así, capítulo a capítulo, seremos testigos de los traslados del autor, de su relación con el mundo del cine y de la correspondencia que cruza con otros escritores: Graham Greene, John Cheever y Philip Roth, entre otros. Y, por supuesto, de sus enredos sentimentales.
Pero Le Carré no solo fue un autor vinculado a la novela negra y, a medida que avanzaba en su carrera literaria, iría fijando su atención en temas de actualidad como la ruptura de la Unión Soviética, la política estadounidense o el integrismo islámico. Para ello, en los años ochenta, hizo varios viajes por países europeos y de Oriente Medio con el fin de documentarse. Así, en el último tramo del libro pueden rastrearse sus opiniones respecto a asuntos como el Brexit o Donald Trump: «Mi reacción ante el panorama político es vehemente: odio el Brexit, odio a Trump y temo un auge del fascismo blanco».
Sin embargo, las cartas más emotivas de 'Un espía privado', aparte de las que escribió en su último año de vida, las encontrará el lector en las destinadas a sus hijos y a su madrastra y, especialmente, en algunas remitidas a sus amantes, que brillan por su sinceridad y lo retratan. El 20 de diciembre de 1996, Susan D. Anderson recibió un sobre sin fecha del escritor. Decía así: «Lamento haber desaparecido. Guardo un gran recuerdo de nuestro encuentro, que me acompañará siempre… Pero me he prometido ciertas cosas: unas cuantas novelas más antes de acabar, la continuidad de la vida esforzadamente construida a mi alrededor y la resolución de todos los giros equivocados que he tomado».
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