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Davodeau concibe el dibujo como «una herramienta para contar cosas». E. Davodeau/E. C.
Cómic

Última invitación de Agathe

Paisaje y arraigo. ·

Davodeau narra el encuentro inesperado de sus personajes, convocados a orillas del Loira por el recuerdo de un amor

Juan Manuel Díaz de Guereñu

Sábado, 27 de julio 2024, 00:02

En treinta años largos de profesión, desde que publicó su primer álbum en 1992, Étienne Davodeau (Botz-en-Mauges, 1965) ha escrito y dibujado otros tantos álbumes, en su mayor parte de ficción. Una buena muestra de ellos, una decena, ha sido editada también en ... español. Sin embargo, su obra más difundida y la que presta un sesgo peculiar a su imagen de autor no encaja en los moldes de la ficción. Se trata de 'Los ignorantes' (2011), a la que un subtítulo define como «relato de una iniciación cruzada».

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La obra da cuenta de un intercambio pactado por Davodeau, autor de historietas, y Richard Leroy, viticultor. Ninguno de los dos conoce el oficio -el arte- de su amigo, son los ignorantes del título, pero sienten curiosidad al respecto, que les lleva a compartir sus respectivos saberes durante un año. La obra narra la experiencia de iniciación de cada uno en los intríngulis de la labor del otro.

'Loira' (publica en español ediciones La Cúpula) es una ficción neta, muy diferente de 'Los ignorantes', pero contribuye como esta a evidenciar lo que distingue los cómics de Davodeau, su personalidad de autor. En estas como en la mejor parte de sus obras, el dibujante relata las complejidades de vidas sencillas, que se desarrollan en estrecha relación con los espacios naturales que habitan. El paisaje, el tacto, los olores de dichos lugares conforman la cualidad de su experiencia.

Davodeau titula la obra con el nombre del río, que se lo da al departamento de Maine et Loire en el que nació y creció, y lo convierte en uno de los protagonistas de su relato. Declara así, con una franqueza poco habitual, esa querencia por los personajes arraigados en su terruño, aunque no lo sepan, encadenados a su pesar a emociones, problemas y encrucijadas que preferirían eludir.

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Louis, que se presenta como protagonista y narrador de la obra, aunque luego dicho protagonismo quedará difuminado, ha recibido un mensaje de Agathe, que fue su pareja por un tiempo, hace décadas, invitándolo a su casa, cerca del Loira. Sexagenario pero de espíritu joven, Louis decide acudir al lugar donde vivió el amor con Agathe y donde ella lo abandonó. Haciendo gala de su ánimo audaz, resuelve primero terminar el viaje a pie y luego bañarse desnudo en el río, que lo arrastra a la otra orilla. Ha de regresar de noche al lugar donde dejó su ropa, dándose otro baño, de ortigas.

Cuando llega a la casa de Agathe, se entera de que están invitados también otros que formaron con ella parejas sucesivas. Agathe murió ahogada en el río y sus cenizas fueron esparcidas por la ribera. Los invitados rememoran a esa mujer inagotable y definitivamente ausente, conocen a su hija (¿hija de Agathe y de quién?), al tiempo que redescubren la naturaleza junto al Loira.

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Conflictos y complicidades

Davodeau reúne así a unos cuantos personajes que comparten sin saberlo algunos datos biográficos ligados a la personalidad arrolladora de la protagonista ausente y a los lugares que habitó. Y deja que se expresen conflictos y complicidades en esa casa que compartieron temporalmente y que sirve de anclaje para recordarla. Dado que los personajes acuerdan no hablar de sí mismos, se ven forzados a buscarles algún sentido a la vida y la muerte de Agathe, como supervivientes de un cataclismo que quieren comprender lo sucedido.

El dibujante relata las complejidades de vidas sencillas, en estrecha relación con los espacios naturales que habitan

'Loira' no está dividido en capítulos, pero intercala entre las escenas protagonizadas por los invitados de Agathe páginas que pintan los parajes ribereños en los que vivieron su relación con ella. Son tandas de viñetas de formato panorámico, habitualmente despobladas de personajes, pero en las que cabe algún pájaro u otro animal, como en la ilustración de la cubierta. Dichas imágenes despliegan la formidable quietud de una naturaleza que contrasta con la agitación incesante y frágil de los lugares poblados.

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En esas páginas, compuestas con la luz cambiante de los días y los colores suaves de las acuarelas, la acción se remansa y todo lo narrado adquiere una dimensión que desborda el momento concreto en el relato, que sugiere permanencia y pertenencia. Son los paisajes que han acogido las cenizas de Agathe y con los que se va identificando su recuerdo. Ella está aún en esos lugares; ella es en cierto modo esos lugares.

Davodeau es un dibujante capaz, que se desenvuelve con aparente facilidad de trazo. Concibe el dibujo como «una herramienta» que, con sus limitaciones, le «permite contar cosas, es una buena máquina fiable para eso». No se considera un gran dibujante, porque lo que le interesa es el relato, la peripecia de unos personajes que deben transparentar una vida propia. 'Loira' muestra de nuevo el talento de Étienne Davodeau para retratar, con franqueza y con humor, a quienes acompañaron a la olímpica Agathe durante su estancia entre los mortales. Al despedirse de ella y de algún viejo resentimiento, los personajes reencuentran el río junto al que transcurrió parte de sus vidas y que fluye sereno, llevándoselas.

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