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La traición que Manhattan no perdonó
Su novela «póstuma» ·
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Su novela «póstuma» ·
En 'Plegarias atendidas' desveló las confidencias de amigas como Gloria Vanderbilt y Jackie Onassis. Fue condenado al ostracismo hasta el final de su vidaLuisa Idoate
Viernes, 27 de septiembre 2024, 18:54
Celebra el éxito de 'A sangre fría' por todo lo alto con una fiesta en el Hotel Plaza de Nueva York el 28 de noviembre de 1966. La llama 'Black and White'. Capote exige ir vestido de blanco y negro y con máscara. Imita la ... carrera de caballos de Ascot de 'My fair lady'. Todo el mundo quiere ir. Las 540 invitaciones se mandan a última hora para evitar falsificaciones. Las reciben políticos, millonarios, aristócratas, banqueros, navieros, escritores, artistas, músicos, periodistas. Asisten estrellas como Frank Sinatra, Mia Farrow, Lauren Bacall, Richard Avedon, Harry Belafonte, Marisa Berenson, Jack Lemmon y Greta Garbo. Y también la hija del presidente Lyndon B. Johnson y la nieta de Franco. Se beben cuatrocientas botellas de Taittinger. La juerga cuesta 150.000 dólares. El 7 de diciembre, Russell Baker escribe en 'The New York Times': «Los sociólogos todavía están debatiendo si fue la fiesta más importante del siglo XX, y se dice que un gran número de personas que no fueron invitadas quedaron eliminadas por completo del mercado social y al final tuvieron que empeñar sus corbatas blancas y sus zapatillas de baile».
Arrimarse a Capote tiene un coste. Amigos y enemigos saben que lo ve y escucha todo, y antes o después lo escribe. Coincide con Joshua Logan y Marlon Brando en Tokio en el rodaje de 'Sayonara'. Desoyendo el consejo del director, el actor le invita a cenar. Entre copas, le confía intimidades y secretos que el novelista publica en 'The New Yorker' en 1957, con el titulo de 'El duque en sus dominios'. Brando amaga con demandarle, no vuelve a dirigirle la palabra. Su perfil se incluye en el libro 'Retratos', junto a los de Marilyn Monroe, Liz Taylor, Chaplin, Tennessee Williams, Coco Chanel y Montgomery Clift. Se vanagloria de sus artimañas para conseguirlos. Hace confidencias al interlocutor tentándole a desvelar las suyas. Lo memoriza todo, sin notas ni grabadora. «Cuando entro en las oficinas de mi editorial, Random House, todo el mundo oculta corriendo los papeles en los cajones. Tengo habilidad para leer al revés los documentos que me esconden». Su talento y magnetismo le garantizan el perdón. Pero una gota colmará el vaso.
«Capote muerde la mano que le da de comer». Es el título de la portada de 'New York Magazine' que en 1976 muestra al escritor caricaturizado de caniche mordisqueando en una fiesta la mano de una mujer. En el interior se desvelan los verdaderos nombres de los personajes de 'La Côte Basque 1965', relato que publica en la revista 'Esquire' desvelando los trapos sucios de las élites estadounidenses. Es el primer capítulo de la novela 'Plegarias atendidas', que toma el nombre de la frase de Teresa de Ávila: «Se derraman más lágrimas por las oraciones contestadas que por las que no tienen respuesta». El narrador de la historia, Jonesy, charla en el restaurante Côte Basque de Manhattan con lady Ina Coolbirth y, con champán y suflé Furstenberg, cotillean de la 'jet set'. Hablan de quién nunca paga la cuenta y quién tiene halitosis, del político que liga con las compañeras de estudios de su hija, el banquero gay que engaña a su mujer y quienes se casan para vivir del cónyuge.
Por las 13.000 palabras de 'La Côte Basque 1965', que 'The New Yorker' rechaza por inconvenientes, cobra 25.000 dólares. Lo nunca visto. En ellas traiciona las confidencias de amigas como Gloria Vanderbilt, Jackie Onassis, Gloria Guiness, Lee Radziwill… Publica otros dos capítulos, 'Monstruos perfectos' y 'Kate McCloud', y dice tener más. «La llamo novela póstuma, porque acabo con ella o ella acaba conmigo», fanfarronea. Es ella quien lo destruye. Los 'cisnes', como llama a sus amigas ricas, lo condenan al ostracismo. Se refugia en la desmesura de Studio 54, el alcohol y las drogas. Ellas nunca se lo perdonan. Él tampoco. Muere en 1984 por una sobredosis de pastillas, lamentando que su amiga y confidente favorita, Babe Paley, nunca volviera a hablarle.
(1948). Novela autobiográfica que aborda abiertamente la homosexualidad. reafirma su talento.
(1966). Relato periodístico del asesinato de la familia Clutter en Kansas, en 1959. Con él inaugura la novela de no ficción.
(1987). Novela inconclusa de tres capítulos donde desgrana los chismorreos de la 'jet set' neoyorquina.
(1980). Incluye la novela corta 'Ataúdes tallados a mano' que relata una serie de crímenes por venganza.
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